Reportaje:

Pintor de mirada cervantina

Málaga acoge la primera retrospectiva de Andrés Mérida

"El arte del siglo XX es para pasarlo mal. Sin embargo, hay unos pocos artistas que conservan una mirada falsamente inocente sobre el universo y Andrés Mérida es uno de esos privilegiados que mira al mundo de una manera cervantina, es decir, a los ojos. Es la manera de ver de la contemporaneidad, es la mirada humana". Así definió ayer el crítico Antonio Garrido Moraga al pintor Andrés Mérida (Algeciras, 1964), a quien su ciudad de adopción le dedica su primera retrospectiva. El juego más serio del mundo puede verse en el Museo del Patrimonio hasta el 25 de noviembre y reúne un centenar ...

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"El arte del siglo XX es para pasarlo mal. Sin embargo, hay unos pocos artistas que conservan una mirada falsamente inocente sobre el universo y Andrés Mérida es uno de esos privilegiados que mira al mundo de una manera cervantina, es decir, a los ojos. Es la manera de ver de la contemporaneidad, es la mirada humana". Así definió ayer el crítico Antonio Garrido Moraga al pintor Andrés Mérida (Algeciras, 1964), a quien su ciudad de adopción le dedica su primera retrospectiva. El juego más serio del mundo puede verse en el Museo del Patrimonio hasta el 25 de noviembre y reúne un centenar de obras realizadas entre 1981 y 2011.

La exposición va desde los primeros y clasicistas dibujos hasta sus piezas rayanas en la abstracción, con el mar, los toros, el flamenco o los retratos como temas recurrentes. "Un cuadro de Andrés Mérida es un cuadro de Andrés Mérida", aseveró el delegado de Cultura, Damián Caneda, para resaltar la singularidad de este artista, que ha hecho del alargamiento de la figura humana y del predominio del color azul su sello personal. "El sueño de cualquier artista es crear su propio mundo con un lenguaje único y él lo ha logrado", resalta Garrido Moraga, comisario de la muestra. "Siempre he deseado hacer algo distinto. Soy un pintor muy pegado a la tierra, al mar, a los personajes de la iconografía española. Pero, al mismo tiempo, uso esas imágenes típicas para darles una vuelta y presentarlas de forma que sorprendan", reflexiona Mérida.

Sorpresas que deparan Maestro real (2005), un óleo en el que aparece el rey Juan Carlos ataviado con una montera y que es propiedad de la colección privada del monarca, o La cruz (2001), donde Cristo está arrodillado ante una cruz sanguinolenta con las manos a la cabeza en una actitud de desesperación. "No hay representación de Cristo como esta", ensalza el comisario.

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