El líder del PP presenta su libro con aforo completo de empresarios y una llamada a la concordia

Hasta la baronesa Tita Cervera quiso acercarse ayer a la presentación del libro de Mariano Rajoy, En Confianza (Planeta), que se convirtió en una exhibición del poder que ya empieza a vislumbrarse en el PP. Casi todos los políticos que quieren ser algo en el PP del futuro estaban allí. Y, además, empresarios vinculados a la obra pública como Juan Miguel Villar Mir (OHL), Luis del Rivero (Sacyr) e Íñigo Meirás (Ferrovial), o el productor Enrique Cerezo. Presidiendo todo, José María Aznar, el único al que citó Rajoy.

Su equipo preparó un acto particular. Tres mujeres ajenas a la po...

Hasta la baronesa Tita Cervera quiso acercarse ayer a la presentación del libro de Mariano Rajoy, En Confianza (Planeta), que se convirtió en una exhibición del poder que ya empieza a vislumbrarse en el PP. Casi todos los políticos que quieren ser algo en el PP del futuro estaban allí. Y, además, empresarios vinculados a la obra pública como Juan Miguel Villar Mir (OHL), Luis del Rivero (Sacyr) e Íñigo Meirás (Ferrovial), o el productor Enrique Cerezo. Presidiendo todo, José María Aznar, el único al que citó Rajoy.

Su equipo preparó un acto particular. Tres mujeres ajenas a la política, como le gusta al líder, presentaron el libro y mostraron su entusiasmo por el personaje. Una trabajadora social de un comedor al que él acude en Navidades, una pequeña empresaria y una mujer de Martos (Jaén) a la que conoció en Tengo una pregunta para usted. Todo pensado, como el libro, para hacer de Rajoy un hombre normal, nada político.

El discurso del presidente del PP, en línea con el libro, no apuntó siquiera pautas de por dónde irá su proyecto político, aunque sí dejó perlas que lograron varias carcajadas. "Este es un libro a favor de Rajoy, porque es bueno hacer justicia de vez en cuando, y para lo otro ya hay voluntarios por doquier". Después aprovechó su etapa de colegial para lanzar una pulla irónica: "Estudié en el mismo colegio que Zapatero, aun con resultados distintos". Se rió de su propio cliché: "Escribir un libro no es tarea fácil, lleva mucho tiempo, hay que tomar muchas decisiones", y terminó con una llamada a la concordia: "No hablo mal de nadie, ni compañeros de partido, adversarios, periodistas o banqueros, aunque ganas no me han faltado. Si yo apuesto por la concordia, parece lógico que actúe en consecuencia".