Un pollo en el bolso
Me gustan las nuevas costumbres de los supermercados. He oído que sus motivos son económicos y no tiene nada que ver con su presunta conciencia ecológica. Sea cierta una cosa u otra, a mí me parece bien. El inconveniente radica en que no llevamos siempre encima una bolsa de la compra, y en cambio cualquier momento es bueno para comprar. Martes. Yo con prisa. Supermercado. Un pollo entero. Digo: gracias, no quiero bolsa. Directo al bolso, sin estancias intermedias, allí fue el pollo. El día se me complicó, como es habitual, y de pronto: reunión laboral, con un pollo en el bolso. Después rueda d...
Me gustan las nuevas costumbres de los supermercados. He oído que sus motivos son económicos y no tiene nada que ver con su presunta conciencia ecológica. Sea cierta una cosa u otra, a mí me parece bien. El inconveniente radica en que no llevamos siempre encima una bolsa de la compra, y en cambio cualquier momento es bueno para comprar. Martes. Yo con prisa. Supermercado. Un pollo entero. Digo: gracias, no quiero bolsa. Directo al bolso, sin estancias intermedias, allí fue el pollo. El día se me complicó, como es habitual, y de pronto: reunión laboral, con un pollo en el bolso. Después rueda de prensa, con un pollo en el bolso. Subí a un taxi, con un pollo en el bolso. Periódico, maquetas, fotos, teléfonos y gritos del jefe, y yo con un pollo en el bolso. Sesión de fotos: la del pollo. Por fin, salió del bolso. Quedó guapo el pollo y muy chula la foto. Guardé fondo, flashes, cámara, objetivos, y el pollo, otra vez al bolso. Hacía mucho calor. Parada técnica de terracita y cerveza, con un pollo en el bolso. Al final del día el pollo pasó del bolso a la nevera. Fue un día inolvidable y con momentos intensos. Recorrí la ciudad compartiendo con mi ave cómplice el secreto. Me sentí enigmática, misteriosa, traviesa, única. Se lo recomiendo a cualquiera. Ponga usted un pollo en su bolso.