"Necesitamos estar de subidón"

Mayumaná vuelve a Madrid con su exótica percusión y su ritmo contagioso con Momentum, una reflexión sobre el tiempo que ya estuvo hace dos años en Madrid, pero que aseguran que ha cambiado mucho desde entonces. Uno de sus fundadores, Roy Ofer, hace balance de esta sexta producción de la compañía que se estrena esta noche en el Arteria Coliseum.

Pregunta. ¿Qué diferencias hay entre el Momentum de 2008 y el de ahora?

Respuesta. El primer show que hicimos cambió continuamente durante los 10 años que estuvimos de gira. A Momentum le ha pasado...

Mayumaná vuelve a Madrid con su exótica percusión y su ritmo contagioso con Momentum, una reflexión sobre el tiempo que ya estuvo hace dos años en Madrid, pero que aseguran que ha cambiado mucho desde entonces. Uno de sus fundadores, Roy Ofer, hace balance de esta sexta producción de la compañía que se estrena esta noche en el Arteria Coliseum.

Pregunta. ¿Qué diferencias hay entre el Momentum de 2008 y el de ahora?

Respuesta. El primer show que hicimos cambió continuamente durante los 10 años que estuvimos de gira. A Momentum le ha pasado lo mismo en estos tres años, en los que hemos hecho nuevas partes y hemos aumentado la participación del público. La gente que vino de España a nuestra fiesta del 15º aniversario, nos ha dicho que es como un montaje nuevo.

"Somos un equipo, y cada uno tiene que estar contento en su puesto"

"Los miembros de la compañía se pelean por venir a actuar a Madrid"

P. ¿Cómo participa el público en vuestro montaje?

R. No quiero desvelarlo todo, pero el público puede hasta cambiar la dirección que toma la obra. Dependiendo de lo que los espectadores deciden, vamos por un camino u otro. Es una sinergia mayor que la que hubo en los otros montajes que estrenamos. Nos gusta que eso sea así, porque hace que cada vez el espectáculo sea distinto, está todo el tiempo desarrollándose.

P. Desde que empezasteis, cada vez tenéis más tecnología... ¿En eso ha tenido que ver su experiencia con proyectos en la televisión?

R. Creo que cada uno de los tres fundadores tiene mucha influencia en la obra. No es tanto mío, es un desarrollo con la compañía. El show tiene ritmo, humor, luces... Además, cada actor que entra trae algo de él, un carácter que nos da un toque especial. A eso se suma una tecnología que nos permite, por ejemplo, tener a una orquesta centrada en una sola persona, y eso hace 10 años no se podía hacer. Buscamos artistas completos, hemos añadido muchas cosas, pero no hemos perdido el ritmo de los inicios.

P. ¿Cómo se convive con artistas de tantos países?

R. Si tienes un equipo cuyo sueño es hacer esto, no hay problema. Es gente que hace algo que le encanta y que quieren vivir de ello. Gracias a Dios estamos sobreviviendo muchos años con nuestros espectáculos, y si tienes un equipo que se alegra de ser parte de la compañía, no hay problema. Lo de los idiomas no importa tanto. En el grupo, algunos artistas enseñan a otros y la mezcla favorece a los miembros de la compañía. Somos un equipo, y cada uno tiene que estar en su puesto contento. La mayoría de la gente lleva entre 15 y 11 años con nosotros, pero seguimos necesitando gente con ese espíritu.

P. ¿Cómo fueron los comienzos en Israel?

R. Mis socios, que son percusionistas, querían hacer un show que mezclara muchas cosas. Al principio no teníamos dinero ni sitio donde empezar a trabajar, pero dejamos nuestras carreras a un lado para hacer algo juntos. Nos llevamos dos años hasta que presentamos el primer montaje, y lo hicimos todo nosotros. Luego hemos crecido y hemos descubierto hasta dónde queremos llegar. Queríamos tener una casa y eso en Tel Aviv no podía ser, así que llegamos a Madrid con la idea de estar un tiempo más largo en un sitio. Ahora tenemos un equipo aquí, otro en Holanda, otro en Buenos Aires...

P. ¿Qué queda del Mayumaná de los inicios en el Mayumaná actual?

R. Tenemos cosas nuevas, pero siguen siendo válidas las formas de expresarnos de entonces. Por ejemplo, el agua: es algo que seguimos usando pero de una forma nueva. El humor, el ritmo, el teatro... siguen existiendo en la obra, pero hemos añadido más cosas y el nivel es más alto. El tiempo, el tema del montaje, también es algo muy importante para nosotros ahora. ¿Quién dijo que un minuto tiene 60 segundos? Para desmentirlo hemos creado relojes que marcan otro tiempo y hemos jugado con los conceptos de pasado y presente.

P. Para alguien que no os haya visto nunca, ¿qué se va a encontrar en el Coliseum?

R. Es bastante parecida la sensación de alguien que nos ha visto antes y de alguien que no nos ha visto nunca. Nosotros tenemos que sentir que avanzamos, si no lo sentimos, es que está muriendo nuestra energía creativa. Necesitamos estar todo el tiempo de subidón, ser curiosos, como un niño. Al final es una hora y media de un espectáculo en el que el público participa pero no molesta, son parte del show.

P. ¿Cómo se vislumbra el futuro?

R. Tenemos ya planes para 2013. Nos gusta mucho la dirección que está tomando nuestra música, y estamos recibiendo ofertas de artistas que quieren hacer cosas con nosotros.

P. Después de 15 años, ¿Seguís siendo amigos los fundadores?

R. Es como estar en pareja, pero en una pareja de tres, lo que lo hace más complicado. La mezcla no es fácil, pero la verdad es que cuando estamos juntos, sentimos que se nos abre el mundo. Por eso estamos juntos. Durante un tiempo, trabajamos separados, yo me fui a Nueva Zelanda, pero siempre nos mantuvimos como un equipo, y eso es lo más importante. Somos más que tres personas con talento.

P. ¿Cómo os recibe el público español?

R. Ahora mismo tenemos dos giras por Europa y nuestro teatro de Tel Aviv. Sin embargo, la pelea por decidir la gente que va a venir a Madrid es insoportable. Todos quieren actuar en España. Es un público que le gusta salir y que se siente una parte de nosotros. En Madrid nos sentimos muy cómodos, la gente nos hace sentir bien.

Momentum, de Mayumaná. Teatro Arteria Coliseum. Hasta el 4 de septiembre. Entradas de 27 a 40 euros.