Mar da marcha atrás y estudiará otras zonas para el marisco contaminado

Quintana consultará a Bruselas para revisar las tallas mínimas de las capturas

Hay dos cosas que preocupan, y mucho, a la conselleira de Mar, Rosa Quintana. La primera, el rechazo que su proyecto de trasladar a Xove el marisco de áreas contaminadas está provocando en A Mariña, no solo entre las cofradías de la comarca sino también en una de las empresas más importantes de la zona, la piscifactoría que Pescanova tiene en Lago, a 500 metros del lugar donde pretende instalar la batea para descontaminar el marisco. La segunda, la persistente queja de los mariscadores de Ferrol, A Coruña, Barallobre y Pontedeume de que el molusco de sus rías no alcanza la talla mínima para se...

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Hay dos cosas que preocupan, y mucho, a la conselleira de Mar, Rosa Quintana. La primera, el rechazo que su proyecto de trasladar a Xove el marisco de áreas contaminadas está provocando en A Mariña, no solo entre las cofradías de la comarca sino también en una de las empresas más importantes de la zona, la piscifactoría que Pescanova tiene en Lago, a 500 metros del lugar donde pretende instalar la batea para descontaminar el marisco. La segunda, la persistente queja de los mariscadores de Ferrol, A Coruña, Barallobre y Pontedeume de que el molusco de sus rías no alcanza la talla mínima para ser comercializado y, por lo tanto, no puede valerse del plan de reinstalación. Y en ambos casos, asegura, está dispuesta a "abrir vías de diálogo". De la reunión de ayer de Quintana con una veintena de representantes de las cofradías no salió un acuerdo definitivo, pero sí la promesa de consultar con Bruselas una bajada de las tallas mínimas del marisco para que Ferrol y O Burgo puedan beneficiarse del plan. "En Pontevedra el traslado puede ser factible, pero para nosotros no es viable", insistía José Luís Estévez, patrón mayor de Barallobre, a la salida de la reunión.

Solo siete áreas son zona A, la única apta para la reinstalación
"No quiero producir ningún tipo de alarma", afirma la conselleira

La otra promesa, la de estudiar otra ubicación distinta de la de Xove para reubicar el marisco, depende más de la Consellería. Aunque Rosa Quintana insistía al entrar en la reunión en que el lugar de Morás reúne todos los requisitos, también admitía negociaciones para cambiar el emplazamiento de la zona de reinstalación. "La puerta está abierta a otras ubicaciones alternativas. Hemos estudiado el litoral y vamos a ver si hay otras zonas que les gusten", explicó, en clara referencia a los mariscadores mariñanos y sobre todo a Pescanova, que la semana pasada amenazó con demandar a la Xunta si esta no desiste de su proyecto de llevar a Xove, muy cerca de su piscifactoría, la batea para depurar el marisco de las zonas C (las contaminadas).

Cualquier zona de reinstalación debe cumplir al menos un requisito: que sus aguas pertenezcan a un área clasificada como A (las más limpias), que indica que cada 100 mililitros contienen menos de 230 coliformes. En Galicia la mayoría de las zonas, 52 de 87, están clasificadas como B y deben pasar por un proceso previo de depuración para vender su producción en fresco. Solo siete áreas gozan de clasificación A y únicamente en tres de ellas esta clasificación es estable: la ensenada de Fisterra hasta el cabo de Cee, Carnota y el área que va desde cabo Prior hasta Punta Coitelada, sin contar la ría de Ferrol. En el resto, las zonas A provisionales, los niveles de coliformes pueden variar según la época del año y con ellos el reparto de las zonas de producción.

"Puedo entender la preocupación de la gente. Lo que no quiero es producir ningún tipo de alarma, ni que nadie se sienta herido. Quiero que los beneficios sean para todos", respondió la conselleira al ser preguntada por lo ocurrido la semana pasada en Xove, cuando el barco que transportaba la batea donde se instalarán las cajas con el molusco llegó a Morás y dio la vuelta sin cumplir su cometido. A falta de saber si A Mariña acogerá finalmente la infraestructura, Quintana sigue insistiendo en que el traslado de marisco desde sus zonas de origen hasta una depuradora natural ubicada en un área limpia comenzará este mes. La reserva del Portiño de Morás para depurar almejas y berberechos ya salió publicada en el Diario Oficial de Galicia y entró en vigor el pasado jueves, por lo que las cofradías interesadas en descontaminar su marisco ya pueden solicitarlo. Todo mientras Quintana, que dijo estar "muy contenta" después de la reunión, negocia con los afectados qué salida da a la crisis y estudia nuevas ubicaciones. Hoy se reunirá en Santiago con representantes del comité de empresa de Insuiña, la piscifactoría de Pescanova en Lago (Xove) y mañana volverá a verse con las cofradías para calmar la preocupación "de todo el mundo".

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"Esto es un esperpento"

La Consellería de Mar aseguraba al presentar el plan de reinstalación que la mortandad del marisco no iba a superar el 10%. Según Marisol Soneira, portavoz de Pesca del PSdG, "el 40% de la almeja fina muere en los cinco primeros días porque no soporta bien los traslados, sobre todo en verano". La diferencia entre ambos cálculos, argumenta la socialista, se explica porque el porcentaje inicial previsto por Mar, el que la Consellería considera "habitual", responde solo al cómputo total de pérdidas y no se refiere a una especie en particular.

Poco antes de negociar con las cofradías afectadas, Rosa Quintana insistía en que la mortandad de los moluscos no va más allá del 10% de los traslados de prueba, realizados con marisco de Valdoviño. "No sé de dónde saca esos datos la señora Soneira", sentenció Quintana.

Las críticas de los socialistas arrecian también por la instalación frustrada de la batea en la que se colocarán las cajas para los moluscos contaminados por coliformes. El barco que la transportaba no pudo cumplir su objetivo de dejarla en Morás debido al rechazo que el proyecto causa en A Mariña. "Esto es un esperpento. Estuvieron paseando la batea y ahora está en Lorbé"

, cerca de A Coruña. Soneira también ve riesgos en un parásito de la almeja, el perkinsus, que ocasiona la castración del bivalvo, aunque es inofensivo para las personas. La zona de Xove está limpia de esta enfermedad, pero no así el resto de Galicia, y la socialista cree que el parásito puede se propagarse.

Después de la amenaza de Pescanova de llevar a la Xunta ante la Fiscalía de Lugo por un posible delito ecológico, Feijóo adoptó un tono conciliador y prometió revisar el plan para comprobar que el de Xove cumple todos los requisitos y no amenaza la producción de rodaballo de la piscifactoría que la multinacional tiene en Lago (Xove), la más grande de España. "Todo iba muy bien hasta que llegó Pescanova y mandó parar. No podemos someternos a ninguna empresa por muy gallega o multinacional que sea", critica Soneira. La socialista asegura no conocer ningún estudio sobre el impacto ambiental de la reinstalación y señala que la polémica provocada por el proyecto en las rías del norte, con las que se solidarizó, es una muestra de la "improvisación y la carencia de modelo" de la Consellería. "La solución pasa por depurar las rías", precisa.

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