Condenado a 31 años por el asesinato de un matrimonio
La Audiencia de Alicante ha condenado a 31 años de prisión a un hombre por robar y matar a un matrimonio octogenario alemán en junio de 2008, en Moraira. El condenado, según reconoció en la vista oral, mató a puñaladas a la pareja, para la que había trabajado como jardinero, para robar un total de 6.350 euros.
El asesino expresó su arrepentimiento por los hechos cometidos y su voluntad de pagar por los delitos imputados. La sala lo ha condenado a indemnizar con 100.000 euros a la hermana de la mujer asesinada y con 4.165 euros a los herederos legales del matrimonio.
El procesado ...
La Audiencia de Alicante ha condenado a 31 años de prisión a un hombre por robar y matar a un matrimonio octogenario alemán en junio de 2008, en Moraira. El condenado, según reconoció en la vista oral, mató a puñaladas a la pareja, para la que había trabajado como jardinero, para robar un total de 6.350 euros.
El asesino expresó su arrepentimiento por los hechos cometidos y su voluntad de pagar por los delitos imputados. La sala lo ha condenado a indemnizar con 100.000 euros a la hermana de la mujer asesinada y con 4.165 euros a los herederos legales del matrimonio.
El procesado asesinó al matrimonio, un hombre de 85 años y su mujer, de 78, asestando al primero un total de 20 puñaladas y ocho a la segunda. Los hechos ocurrieron sobre las once de la mañana del 16 de junio de 2008. Ese día el procesado se dirigió a la vivienda de la pareja, en Moraira, para la que había trabajado de jardinero años atrás.
El acusado esperó al matrimonio escondido hasta que llegó a su domicilio, aproximadamente una hora más tarde. En ese momento, el procesado sorprendió a sus víctimas en el rellano de la casa para pedirles dinero y para ello los amenazó esgrimiendo un cuchillo de 25 centímetros de hoja.
Ante la negativa de la pareja a entregarle dinero alguno, el acusado se abalanzó sobre ellos y les asestó numerosos navajazos en el cuerpo, según asegura el fiscal en su escrito. A continuación, el agresor les arrebató las llaves de la casa para entrar en ella, donde cogió una toalla con la que limpió la sangre del rellano, y arrastró el cadáver del hombre y el cuerpo aún con vida de la mujer hasta el interior de la vivienda.