Reportaje:Empresas & sectores

Cambio de papeles

Unipapel apuesta con fuerza por el negocio de material de oficinas

Casos abundantes hay en el mundo de empresas que han acometido exitosos procesos de transformación de sus actividades, como es el caso de IBM, que pasó de la producción de ordenadores a la consultoría, o de General Electric, antiguo conglomerado industrial que hoy extrae el grueso de su facturación de los servicios financieros, la televisión, el transporte o la salud. Aunque no tan numerosos como en EE UU, en España tenemos también algún que otro caso de adaptación darwiniana al cambiante paisaje empresarial. Uno de ellos es Unipapel, una empresa de tradición industrial, nacida en los a...

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Casos abundantes hay en el mundo de empresas que han acometido exitosos procesos de transformación de sus actividades, como es el caso de IBM, que pasó de la producción de ordenadores a la consultoría, o de General Electric, antiguo conglomerado industrial que hoy extrae el grueso de su facturación de los servicios financieros, la televisión, el transporte o la salud. Aunque no tan numerosos como en EE UU, en España tenemos también algún que otro caso de adaptación darwiniana al cambiante paisaje empresarial. Uno de ellos es Unipapel, una empresa de tradición industrial, nacida en los años setenta de la fusión de tres empresas de transformación de papel, y que está a punto de culminar estos días su transición desde la producción de artículos de papel para oficinas, ya muy maduro, a la distribución mayorista de material de oficina, con crecimientos y expectativas mucho más prometedoras. Una decisión estratégica que, según explica Millán Álvarez-Miranda, consejero delegado de Unipapel, tomaron en 2008.

La compra de Spicers le permite dar un salto cualitativo
El crecimiento no acaba de ser recogido en Bolsa por las acciones

Resulta sorprendente la rapidez con la que la empresa ha efectuado el cambio: hace dos años, la fabricación de cuadernos o pastas de archivo eran su negocio principal, y España, su casi único territorio. Hoy, sus ventas principales llegan de los consumibles informáticos, y España representa ya solo la mitad del negocio. Esta drástica reordenación de actividades empezó de hecho en 2009 con la compra de Adimpo, líder español en la distribución de material de oficina convencional e informático, y con fuerte presencia en Europa, una operación que provocó vértigo y oposición en algunos accionistas, pero que le permitió cuadruplicar su facturación entre 2008 y 2010, desde los 204 hasta los 890 millones de euros.

La empresa ha seguido buscando nuevas piezas de caza para crecer, algo que Álvarez-Miranda explica apuntando que "nuestro objetivo, inscrito en el plan estratégico, era convertirnos en el líder europeo de distribución mayorista de material de oficinas". Misión que parece haberse cumplido definitivamente hace unas semanas con la compra de los negocios en Europa continental de la británica Spicers (también distribuidora de material de oficinas) a DS Smith por 186,5 millones. Esta operación permitirá al grupo español incrementar sus ingresos (proforma) hasta los 1.390 millones de euros, y la plantilla conjunta, hasta los 2.290 trabajadores.

En Unipapel cunde el optimismo. Han multiplicado por siete la cifra de negocios del grupo en solo tres años, lo que, según afirma Álvarez-Miranda, "nos ha convertido en el líder europeo del sector, con un tamaño tres veces más grande que el segundo". Una operación que, según Javier Esteban, analista de Banco Sabadell, "encaja a la perfección desde el punto de vista estratégico y financiero". Y todo ello sin despeinarse demasiado. Pese a que las negociaciones duraron meses y Unipapel tuvo que vencer una fuerte competencia por parte de Spicers, la operación ha resultado muy llevadera desde el punto de vista financiero. "La venta de Ofiservice este año por 60 millones de euros", explica el consejero delegado, "nos permitió liquidar prácticamente el crédito pedido para la adquisición de Adimpo, con lo que situamos la deuda neta casi a cero y nos pusimos en buenas condiciones para efectuar otras compras".

Aunque Spicers supondrá un esfuerzo financiero mayor, Álvarez-Miranda lo considera perfectamente asumible. La adquisición de la firma británica, que facturó 443 millones de euros en Europa continental en 2010, se financiará con fondos propios (48 millones) y con un crédito sindicado a cinco años por valor de 145 millones en el que participan ocho entidades. "Pese a ello", explica el ejecutivo, "el endeudamiento neto no superará 3,4 veces el Ebitda, por debajo de 3,5 que nos habíamos puesto como tope", una ratio que espera reducir, además, por debajo de las tres veces el Ebitda un año después de la integración...

No es difícil explicar el interés de Unipapel en crecer en el sector de material de oficina, vistos los buenos resultados que el grupo ha logrado ya con Adimpo, que le ha dado un aire de empresa de alto crecimiento. De no haber tomado la decisión de comprarla, Unipapel sería menos atractiva. Mientras las ventas de Adimpo crecían en 2010 un 13,9%, impulsadas por sus tres grandes mercados exteriores, las de Unipapel subían solo un 3,4%. Pues bien, Álvarez-Miranda cree que los efectos de la compra de Spicers serán aún más beneficiosos para Unipapel. Esta pagará por Spicers 5,4 veces el Ebitda de los negocios de Europa continental, lo que, según apuntan en la empresa, "creará valor para los accionistas, ya que Unipapel cotiza actualmente a 6,7 veces el Ebitda". Además, "se trata de un activo más sólido que Adimpo, ya que tiene un Ebitda del 7%", explica el consejero delegado.

Lo más decisivo de la operación es que permitirá a Unipapel alcanzar el nivel de tamaño considerado crítico para imponerse en el mercado. "Te proporciona", dice el principal ejecutivo, "economías de escala en logística, sinergias operativas, mayor absorción de costes fijos y mayor capacidad de negociación con los proveedores, lo que nos permitirá ofrecer precios más bajos, un marketing más sofisticado y mejores servicios a los fabricantes y distribuidores finales. Nos convertiremos en la empresa que consolidará el mercado y marcará los estándares de calidad en Europa". Otro de los efectos interesantes de la operación es que permitirá utilizar a tope las tres plantas del grupo en Madrid (sobres), Logroño (cuadernos) y Aduna (material de archivo), algo bajas de carga de trabajo y que ahora producirán también para las marcas de Spicers.

La nueva Unipapel será menos dependiente de España. Pasará a obtener el 62% de sus ventas en el exterior, frente al 46% actual, y reforzará sus posiciones en Francia, Alemania e Italia, donde ya estaba, y accederá al Benelux. Esto es importante, dado que el mercado español está parado. En el primer trimestre, mientras las ventas de Adimpo, que suponen el 87% del total, crecían un 30,4% en Francia y un 29,2% en Italia, en España subían solo un 4,2%. Dada la nueva realidad de sus negocios, Unipapel prepara el cambio de su nombre. "La idea es ponerle a la empresa un nombre (que ya tenemos) fácil de pronunciar en cualquier lengua".

En Unipapel no descartan nuevas adquisiciones en el futuro, si bien la prioridad será, explica Álvarez-Miranda, "sacarle todo el valor a la integración de Spicers". Otra de las tareas pendientes será crear las condiciones para una recuperación del valor en Bolsa, "algo en lo que hemos trabajado a diario, esforzándonos en informar, mejorando la retribución, cumpliendo con los objetivos marcados". Pese a que la cotización ha subido desde noviembre, frente a la tendencia contraria del Ibex, desde el umbral de los 9,60 hasta niveles superiores a los 12,8 euros, es evidente que en Unipapel esto no lo consideran suficiente, sobre todo si tenemos en cuenta que sus acciones valían en torno a los 30 euros en 2007, cuando la empresa era siete veces más pequeña. "Algo que puede deberse", explica el propio ejecutivo, "porque el free float real es muy bajo, lo que hace que la acción sea poco líquida". Pero Álvarez-Miranda considera que la absorción de Spicers será un buen revulsivo en este punto, ya que "está siendo muy bien recibida por los analistas". -

Planta de Unipapel en la ciudad de Logroño.