El rincón inglés

Ministras en biquini

Si estuvieras de vacaciones en un hotel mediterráneo y sentado al lado tuyo en el desayuno hubiese un inglés, quizá tragando sus primeras pintas de la mañana, es bastante probable que estaría leyendo el diario favorito de la clase media de las islas, el Daily Mail. Si, por casualidad, hubiese por ahí un fotógrafo del Mail lo más seguro es que estaría ya en la playa buscando famosos o, mejor todavía, una ministra británica en biquini.

El primer premio, garantía de regocijo en la mesa de redacción, sería que la ministra tuviera unos kilos de más y que se notara en la foto. H...

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Si estuvieras de vacaciones en un hotel mediterráneo y sentado al lado tuyo en el desayuno hubiese un inglés, quizá tragando sus primeras pintas de la mañana, es bastante probable que estaría leyendo el diario favorito de la clase media de las islas, el Daily Mail. Si, por casualidad, hubiese por ahí un fotógrafo del Mail lo más seguro es que estaría ya en la playa buscando famosos o, mejor todavía, una ministra británica en biquini.

El primer premio, garantía de regocijo en la mesa de redacción, sería que la ministra tuviera unos kilos de más y que se notara en la foto. Hace unos días se publicó una foto similar en El Mundo de la ministra española Leire Pajín. Como feliz consecuencia el PP y el PSOE hicieron, por primera vez, causa común. Representantes de ambos partidos denunciaron el escandaloso machismo del diario, "discriminatorio para la mujer".

En Inglaterra no se hubiera armado tanto lío. Alguna columnista del progresista Guardian habría dicho algo pero sin dejar de reconocer, resignada, que la batalla estaba perdida. El Mail vende ocho veces más ejemplares que el Guardian (2.100.000 contra 263.000) debido, precisamente, al haber dado con una fórmula (infidelidades, nuevas causas de cáncer, inmigrantes que abusan de la seguridad social, etc.) uno de cuyos pilares es publicar fotos de mujeres de renombre que delatan una condición física dos o tres peldaños por debajo del ideal de belleza femenina en Occidente. Si están borrachas y despeinadas mejor. La fórmula arrasa. La web del Mail llega a 70 millones de personas, cifra superada solo -y por no mucho tiempo más- por The New York Times. El Mail no solo pega en la rancia Inglaterra, sino también en el país más puritano del mundo, Estados Unidos.

Lo curioso del Mail es que tiene fama de ser el diario favorito de las mujeres inglesas. Su actitud de fondo será machista, pero el público que consume con más fruición esas fotos es femenino. A los hombres no les interesan tanto las imágenes de celulitis en los muslos de una actriz. Ellos prefieren leer el tabloide The Sun, que publica todos los días una foto de una chica joven y esbelta, casi desnuda.

Nos podemos indignar todo lo queramos -luchar por un mundo mejor es una misión noble y necesaria- pero el animal humano, en su esencia, no va a cambiar. El Mail vende porque responde a lo que está escrito en nuestro ADN, hombres y mujeres. Podemos estar seguros que las ventas de El Mundo, primo español del Mail, no sufrirán por la publicación de las fotos de la ministra Pajín.

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