Kaká, en prácticas

No se separa del grupo de los portugueses y siempre llega al campo de entrenamiento de la UCLA con una sonrisa. Se entrena con normalidad. Mañana y tarde. Llevaba cuatro años sin hacer una pretemporada y ahora sabe lo que es sudar en verano. Nadie ya en el Madrid se hace demasiadas ilusiones con Kaká. Se conforman con que no haya llegado lesionado de Brasil. Pero él sí. Sin grandes promesas porque sabe que su rodilla no le permite hacerlas -"los problemas en el pubis están solucionados, pero la rodilla no está al 100% porque fue operada dos veces", admitió- pero con un cambio de actitud.
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No se separa del grupo de los portugueses y siempre llega al campo de entrenamiento de la UCLA con una sonrisa. Se entrena con normalidad. Mañana y tarde. Llevaba cuatro años sin hacer una pretemporada y ahora sabe lo que es sudar en verano. Nadie ya en el Madrid se hace demasiadas ilusiones con Kaká. Se conforman con que no haya llegado lesionado de Brasil. Pero él sí. Sin grandes promesas porque sabe que su rodilla no le permite hacerlas -"los problemas en el pubis están solucionados, pero la rodilla no está al 100% porque fue operada dos veces", admitió- pero con un cambio de actitud.

Por primera vez desde que llegara a Chamartín en verano de 2009 (por 65 millones de euros) la prioridad de Kaká es el Real Madrid. Renunció a la Copa América para centrarse en el Madrid y olvidarse de su "peor año a nivel personal", según sus palabras. "Sé que no he cumplido con las expectativas. Ni las mías, ni las de la prensa, ni las de los aficionados. Espero poder tener la oportunidad de triunfar. Antes de volver a la selección tengo que jugar bien en el Madrid", reconoció. El sábado, en el primer amistoso de la pretemporada, empezó su camino para cumplirlas. Jugó 45 minutos y durante 30 fue el más activo junto a Fabio Coentrão.

El año pasado su empeño por no perderse el Mundial le costó una lesión de rodilla y media temporada. Kaká llevaba meses con pubalgia. Las molestias le retuvieron en el gimnasio durante 68 días. En su primera temporada con Manuel Pellegrini disputó tan solo siete partidos enteros. Se recuperó milagrosamente a finales de abril de 2010. Justo dos semanas antes de que Dunga diese la lista de convocados para Sudáfrica. Kaká jugó el Mundial lesionado y la rodilla hizo crac. Volvió de vacaciones como si nada y se concentró en Los Ángeles con el resto de sus compañeros. Mientras ellos correteaban de un campito a otro, él ni siquiera podía calzarse las botas. Iba con zapatillas de deporte al gimnasio delcampus. Mientras sus compañeros debutaban con José Mourinho en San Francisco a principios de agosto, él estaba en un quirófano en Amberes. Volvió a jugar en enero.

Este año ha sido el primero en llegar a Beverly Hills y esperar allí a sus compañeros. Todo sea por ganarse la confianza del técnico. El del sábado contra los Galaxy fue su primer amistoso de verano en cuatro años. Entre las lesiones y los compromisos con su selección, llevaba otros tantos sin hacer una pretemporada. "Todos nosotros sabemos que Kaká pasó un año difícil. Pero está volviendo, le vemos que está bien. Sabemos la calidad que tiene y esperamos que este año nos pueda ayudar", le arropa Carvalho. "Está contento, integrado y feliz. Empieza desde cero y le veo en buena forma y con ganas", le hace eco Granero. Es lo que esperan todos de un jugador que nunca ha vuelto a ser el Kaká del Milan.

Tiene 29 años y ha estado desaparecido los últimos dos. Ahora cree que este va ser su año. Se ha pasado el verano desmintiendo que quería marcharse y que en España no era feliz. Según aseguró a los medios brasileños, Mourinho le tranquilizó y le dijo que contaba con él. Lejos queda aquel "no puedo perder el tiempo llorando por Kaká", que pronunció el técnico portugués en la sala de prensa de la UCLA hace casi un año.

Kaká ha vuelto a la UCLA. Se ha podido calzar las botas y en vez de compartir gimnasio con los universitarios ahora comparte cancha con sus compañeros. Son sus prácticas de verano. Las que tiene para ponerse a prueba y rescatarse. En dos temporadas en el Madrid ha jugado solo 13 partidos enteros. Nadie (salvo Dudek) ha jugado menos que él. Mourinho está convencido que la clave es empezar desde cero la pretemporada. "No la tiene desde hace cuatro años. Nuestra esperanza y convicción es que teniendo la estabilidad y el crecimiento gradual que te dan seis semanas de pretemporada pueda hacer la diferencia". Es lo que contesta el técnico portugués cada vez que le preguntan si puede recuperar a Kaká.

"Le vemos bien sobre todo porque tiene la oportunidad de empezar desde el principio. Kaká sabe lo importante que es eso y la importancia que tiene en el mundo del fútbol y la que tiene para nosotros", dice Pepe. Solo le queda demostrarla.