Crítica:GASTRONOMÍA | LA SEMANA POR DELANTE

Nuevos tiempos

Instalaciones ultramodernas, grandes y límpidos espacios acristalados, vistas atractivas, cercanía al mar, todos los elementos necesarios para que se consolidase la oferta gastronómica instalada en lo que se denomina el Port America?s Cup, más pese a todas las maravillas enunciadas, su competencia directa, los locales tradicionales situados en la playa de la Malvarrosa, les ganan la partida en cuanto al favor del público se refiere en los días ordinarios.

Quizás sea por tradición o costumbre, o porque parezca al público acostumbrado a las paellas que la decoración clásica es más acorde ...

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Instalaciones ultramodernas, grandes y límpidos espacios acristalados, vistas atractivas, cercanía al mar, todos los elementos necesarios para que se consolidase la oferta gastronómica instalada en lo que se denomina el Port America?s Cup, más pese a todas las maravillas enunciadas, su competencia directa, los locales tradicionales situados en la playa de la Malvarrosa, les ganan la partida en cuanto al favor del público se refiere en los días ordinarios.

Quizás sea por tradición o costumbre, o porque parezca al público acostumbrado a las paellas que la decoración clásica es más acorde que la contemporánea para la degustación del arroz y el esgarrat. Nadie lo sabe.

No obstante de estos nuevos visitamos Arribar, que goza de las características antes señaladas, más una inmensa terraza donde sirven una carta acorde con las pretensiones de cocinar aquello que el público demanda de forma mayoritaria en los ambientes marinos.

Una ensalada, ilustrada con salazones, que gozaba de la impensable virtud de estar presidida por un tomate de los que ya no teníamos noticia: hermoso, sabroso, pleno de carnosidad; quizás de la casi extinta huerta valenciana.

Calamares sabrosos y correctos, jamón ibérico cortado en finas lascas y una paella de verduras acertada en su cocción y que quizás echaba en falta mayor sabor en el caldo en que coció el arroz. Precios acordes con lo solicitado y atención amable.

Lástima que el final quedase mínimamente empañado al servirnos los combinados que solicitamos a la antigua usanza, esto es preparados en el interior del establecimiento, sin exhibir, como parece normativo hoy, los ingredientes en el momento en que se mezclan en nuestro vaso.

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