Reportaje:

"Puedo ser como Rossi"

Spies cuenta el alivio que le supuso su primera victoria en MotoGP

Ben Spies, de 26 años, nacido en Memphis (Tennessee), pero residente en Dallas (Tejas), atiende a EL PAÍS en el hospitality de Yamaha con las gafas de sol puestas: "Soy muy malo en el contacto visual, no sé por qué, me pasa incluso con mis amigos. Soy muy tímido. Y en el circuito soy tímido y también serio", concede. Explica que, una semana después de conseguir su primera victoria en MotoGP, al comprobar lo felices que estaban sus familiares y amigos, es más consciente del logro. Mañana espera Mugello, donde se disputa el Gran Premio de Italia.

Es el sustituto de Valentino Rossi. El com...

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Ben Spies, de 26 años, nacido en Memphis (Tennessee), pero residente en Dallas (Tejas), atiende a EL PAÍS en el hospitality de Yamaha con las gafas de sol puestas: "Soy muy malo en el contacto visual, no sé por qué, me pasa incluso con mis amigos. Soy muy tímido. Y en el circuito soy tímido y también serio", concede. Explica que, una semana después de conseguir su primera victoria en MotoGP, al comprobar lo felices que estaban sus familiares y amigos, es más consciente del logro. Mañana espera Mugello, donde se disputa el Gran Premio de Italia.

Es el sustituto de Valentino Rossi. El compañero de Jorge Lorenzo. Y aspira a que su nombre se cuele entre los más grandes. Llegó al campeonato el año pasado, se instaló en el equipo satélite de Yamaha y se coronó como el mejor debutante de 2010. En la temporada de su debut en el Mundial de Superbike, un año antes, ganó el título. Le llaman El Codos porque abre ligeramente los brazos al tomar los mandos de su moto. "Me llaman así desde 2003. Alguien lo cosió a la zona trasera de mi mono. Ahora llevo mi nombre, pero todos siguen llamándome El Codos", explica.

Se define como un piloto agresivo, que no peligroso. "Diría que mi manera de pilotar es el polo opuesto a mi forma de comportarme fuera de los circuitos. Fuera de la pista soy muy tímido y tranquilo, en el circuito soy mucho más duro". Y confiesa que ganar el GP de Holanda fue más un alivio que una alegría. "La última vuelta fue muy emocionante, también cruzar la línea de meta. Pero fue más un desahogo que otra cosa. Cuando llegas al Mundial y te enfrentas a los mejores pilotos del mundo te entran las dudas. No paraba de preguntarme: ¿Seré capaz de ganar alguna carrera de MotoGP? Ahora ya sé que puedo ser como Stoner y como Rossi. Duermo mucho mejor".

Para conseguirlo ha tenido que adaptar su estilo de pilotaje. Correr en MotoGP le exigía un paso por curva más rápido, un pilotaje más fluido. "Ha cambiado mi forma de frenar y la manera en que uso el acelerador, son cosas casi imperceptibles por televisión. Me he fijado en Rossi, en Lorenzo e incluso en Colin Edwards, mi compañero el año pasado, y he cogido pequeños detalles. No puedes imitar a un piloto al 100%, pero sí fijarte en pequeñas cosas para tratar de ser mejor. Es mi objetivo cada fin de semana: ser el mejor. Pero eso no pasa siempre. Así que trabajaremos para ser más consistentes y, quizá, ya el año próximo para ser uno de los aspirantes al título".

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