"Es un inconsciente"

Marco Simoncelli tuvo que volver a pedir perdón en la tarde de ayer, tras otra carrera desgraciada. Volvió a precipitarse en busca del éxito. Es muy rápido. Sus últimas sesiones de clasificación, con dos poles y tres segundos puestos en la parrilla de salida, lo demuestran. Pero le pueden las ansias por lograr su primera victoria en MotoGP. Este curso lleva ya tres ceros, en Jerez, Estoril y Montmeló. Y dos polémicos adelantamientos le persiguen: en Le Mans, provocó la fractura de clavícula de Pedrosa, que volverá en Mugello; ayer en Assen, arrastró consigo a Lorenzo. "Cometí un ...

Marco Simoncelli tuvo que volver a pedir perdón en la tarde de ayer, tras otra carrera desgraciada. Volvió a precipitarse en busca del éxito. Es muy rápido. Sus últimas sesiones de clasificación, con dos poles y tres segundos puestos en la parrilla de salida, lo demuestran. Pero le pueden las ansias por lograr su primera victoria en MotoGP. Este curso lleva ya tres ceros, en Jerez, Estoril y Montmeló. Y dos polémicos adelantamientos le persiguen: en Le Mans, provocó la fractura de clavícula de Pedrosa, que volverá en Mugello; ayer en Assen, arrastró consigo a Lorenzo. "Cometí un error", admitió.

Simoncelli se justificó: "El neumático todavía estaba frío. No tomé riesgos en el adelantamiento, porque dejé espacio suficiente, pero, obviamente, debí hacer algo mal. Perdí la moto de atrás sin ni siquiera haber abierto el gas", explicaba. Aunque su discurso se tambaleaba por momentos: por un lado reconocía el fallo y la precipitación: "Seguramente podría haber esperado. No era necesario pasarlo a toda costa en ese momento"; por otro, no encontraba la manera de corregirse: "Esto son carreras. No lo he hecho a propósito. Ya le pasó a Valentino con Stoner y a otros pilotos. Yo tampoco estoy contento. No salgo a un circuito a caerme a la primera vuelta".

Ante la desesperación, Lorenzo se agarró al sarcasmo: "Es un piloto fiel a su estilo: siempre se cae. Lo difícil es asimilar por qué él no entiende cómo afrontar una carrera. Yo ya iba al límite, así que él iba muy al límite, porque ha entrado más rápido a la curva, la primera a izquierdas, y más inclinado, con los problemas que dan estos neumáticos en esas circunstancias. Es evidente que ni ha ido a caerse, ni pretendía tirarme, pero pilota como si estuviera jugando a la Play Station, como si no existiera riesgo alguno". Lorenzo, que cree que ayer era el mejor día para recortarle puntos en la general a Stoner y quizá luchar por la victoria, fue el primero que pidió, al inicio del curso, un toque de atención al italiano por su estilo agresivo: "La acción en sí no es sancionable, pero sigue poniendo en peligro a los otros pilotos. Además, no aprende de los errores y eso es preocupante. Si dependiera de mí le impediría correr la próxima carrera, así seguro que se enmienda. No me sirve su perdón, es un inconsciente".