Ferraz mira al sur para evitar la debacle

Rubalcaba, Griñán y Blanco acuerdan "ir de la mano en todo" y fijar una agenda común - El presidente descarta hacer una nueva crisis de Gobierno

Desde el día siguiente de ganar por octava vez las elecciones autonómicas, el PSOE andaluz ha pasado de tener días buenos y malos a tener días malos, muy malos o peores. En esas está. La caída en picado que vaticinaban las encuestas en el último año y medio se ha visto confirmada en las elecciones municipales del 22 de mayo. Por primera vez la derecha ha superado al partido socialista (290.000 votos, 7,1 puntos de diferencia) en la comunidad, sin que nadie en el PSOE hubiera presentido ni la derrota ni la magnitud de la misma.

Hace mucho tiempo que las luces rojas de alarma están encend...

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Desde el día siguiente de ganar por octava vez las elecciones autonómicas, el PSOE andaluz ha pasado de tener días buenos y malos a tener días malos, muy malos o peores. En esas está. La caída en picado que vaticinaban las encuestas en el último año y medio se ha visto confirmada en las elecciones municipales del 22 de mayo. Por primera vez la derecha ha superado al partido socialista (290.000 votos, 7,1 puntos de diferencia) en la comunidad, sin que nadie en el PSOE hubiera presentido ni la derrota ni la magnitud de la misma.

Hace mucho tiempo que las luces rojas de alarma están encendidas en las sedes federal y regional del PSOE, pero de forma intermitente. Ahora lo están de manera permanente. Si no hay adelanto electoral, apenas le quedan 10 meses al PSOE para frenar su alarmante estado de descomposicion con el propósito no ya de ganar las elecciones sino de impedir que el PP gane por mayoría absoluta en las autonómicas. "Ese podría ser un objetivo", asegura un dirigente federal. "Yo firmaba ahora mismo mantener los resultados del 22-M", corrobora un miembro de la ejecutiva regional.

Con la vista puesta en las elecciones generales y andaluzas, sean cuando sean, las direcciones federal y regional acordaron el pasado miércoles "ir de la mano en todo" y fijar una agenda común para evitar una debacle en las urnas aún mayor. "O salvamos Andalucía o no tenemos nada que hacer a nivel nacional", afirman desde Ferraz, conscientes de que aquí se eligen a 61 diputados al Congreso y ahora 36 son del PSOE. Es una cuestión de supervivencia.

Aprovechando la reunión en Sevilla del candidato socialista a la presidencia del Gobierno con militantes andaluces, se celebró un encuentro en la sede regional de San Vicente al que no se dio publicidad. Acudieron Alfredo Pérez Rubalcaba, el vicesecretario general, José Blanco, y el secretario de Política Autonómica, Gaspar Zarrías. Por el lado andaluz, el presidente y secretario general, José Antonio Griñán; la secretaria de Organización, Susana Díaz; la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, y el portavoz parlamentario, Mario Jiménez.

Según varias fuentes, no se habló de contenidos concretos o de acciones políticas de gobierno -la reunión fue breve-, sino de una mayor coordinación entre Ferraz y San Vicente. Rubalcaba, Blanco, Griñán y Díaz serán los que lleven el peso de la interlocución, afirman fuentes próximas al presidente andaluz.

En este encuentro se abordó la situación económica de la Junta de Andalucía, aunque se quedó en profundizar más adelante. A Madrid le preocupa que Andalucía -la única comunidad que todavía no han perdido- ponga en marcha ahora una estrategia de reivindicación frente al Gobierno, en un momento en el que no solo no hay dinero, sino en que todas las comunidades del PP estarán encima del Ejecutivo central. Desde San Vicente se deslizó la semana pasada la idea de que Zapatero debía a Andalucía 2.500 millones de euros por distintos conceptos, aunque el Ejecutivo autónomo lo negó, provocando aún más desconcierto entre los socialistas andaluces y nacionales.

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Por ahora se desconoce cuál va a ser la hoja de ruta que va a marcar Griñán. La acción política la desvelará en un comité director aún sin fecha y la acción del Gobierno en el debate de la comunidad, que se celebrará posiblemente los días 29 y 30 de junio. En cualquier caso no hay ninguna pócima milagrosa y el margen de actuación a través de los presupuestos "es muy poco", admiten las fuentes consultadas.

Todos los socialistas están muy pendientes de los pasos que va a dar Griñán en las próximas semanas, pero el crédito con el que inició su mandato como presidente de la Junta en abril de 2009 y un año después como secretario general de la mayor federación socialista de España ha disminuido de manera alarmante. La candidatura de Griñán a la presidencia de la Junta no está en cuestión y una espantada de Griñán pasaría de la categoría de lo peor a la de catástrofe.

Destacados dirigentes sostienen que Griñán debe pedir a su partido un "pacto de sangre" para remontar la actual situación y eso pasa por hablar "con todo el que esté en el Quién es Quién del PSOE" y dar mayor juego. Sin embargo, Griñán no se plantea hacer una nueva remodelación de Gobierno -sería la quinta tras el portazo de Luis Pizarro como consejero de Gobernación- y la vía de reforzar la ejecutiva con dirigentes con prestigio interno la cortó cuando tuvo la oportunidad, a raíz de la dimisión de Rafael Velasco de la vicesecretaría.

La situación orgánica del PSOE no ayuda en nada a pensar que Griñán será capaz de que todo el mundo forme una piña. Varios dirigentes aseguran que cualquier sugerencia la interpreta en términos de deslealtad, por lo que ya hay quien hace como en la fábula del Rey Desnudo. Aunque en el estallido de la crisis del PSOE de Almería hay un componente provincial muy claro, es evidente que la dirección regional no ha podido o querido controlar la rebelión interna. El malestar en otras provincias (habrá que estar muy atentos a Málaga) por ahora no tiene una conexión regional y las casuísticas son diferentes. Pero en este PSOE todo puede seguir empeorando.

Alfredo Pérez Rubalcaba y José Antonio Griñán, el pasado miércoles en Sevilla, antes de celebrar un encuentro con militantes.ALEJANDRO RUESGA

Las dimisiones en el PSOE

- Rafael Velasco. 26 de octubre de 2010. El vicesecretario general dimite como diputado por Córdoba y número dos del PSOE por lo que considera una "campaña de difamación, de injurias y de calumnias" por la actividad profesional de su esposa que dirige una empresa dedicada a cursos de formación.

- Luis Pizarro. 4 de abril de 2011. El que fuera número dos del PSOE durante 14 años dimite como consejero de Gobernación tras la destitución del delegado de la Junta en Cádiz. Entiende que no hay razón justificada y que el cese se hace para debilitar a la dirección provincial. "No quiero aparecer como víctima de nada, pero tampoco quiero ni acepto aparecer como culpable de una decisión que no he provocado".

- Diego Asensio. 3 de junio de 2011. El 75% de la ejecutiva provincial de Almería dimite en bloque y obliga al secretario general, Diego Asensio, a renunciar. Culpa a Griñán de maniobrar contra él y lanza una dura acusación: "No defiende los intereses de esta provincia. Se ha dedicado a perjudicar los intereses de nuestra tierra"

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