Crítica:

Los balcones de mi sueño

El gaditano, cantaor de fuerza en el acompañamiento del baile, se templa en su primera grabación con cantes tradicionales y de su tierra, como la malagueña de El Mellizo -que dice serena y dolorosamente, según el esquema de Aurelio-, las alegrías o los tientos. También aborda el polo y la soleá, unos tangos y dos tandas de bulerías compartidas: la primera con su hermana Encarna y, la segunda, que cierra la grabación, en fiesta y a palo seco junto al maestro Juan Villar. Por fandangos opta por reivindicar a Juan Varea, y se permite la licencia doble de evocar a Mercedes Sosa en la ...

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El gaditano, cantaor de fuerza en el acompañamiento del baile, se templa en su primera grabación con cantes tradicionales y de su tierra, como la malagueña de El Mellizo -que dice serena y dolorosamente, según el esquema de Aurelio-, las alegrías o los tientos. También aborda el polo y la soleá, unos tangos y dos tandas de bulerías compartidas: la primera con su hermana Encarna y, la segunda, que cierra la grabación, en fiesta y a palo seco junto al maestro Juan Villar. Por fandangos opta por reivindicar a Juan Varea, y se permite la licencia doble de evocar a Mercedes Sosa en la Canción de las pequeñas cosas (con detalles de Jorge Pardo) y de meter por bulerías el tema Soñar contigo del primer disco de Zenet. Son retos de los que sale más que airosamente, logrando trasmitir la emoción de cada tema, virtud que igualmente le acompaña en los cantes tradicionales. En todos los casos ha elegido atinadas compañías a la guitarra: Juan Requena, Rafael Rodríguez, Alfredo Lagos, José Luis Montón, Juan Antonio Suárez Cano y Paco Cruz. También, y junto a ellas, suenan bouzukis o mandolas que no desvirtúan la naturaleza flamenca de este brillante debut.

Los balcones de mi sueño

José Anillo

AcompásArte