Fusión entre Sevilla y La Habana

Poemas de San Juan de la Cruz, Calderón de la Barca, García Lorca, Rubén Darío, Ernesto Cardenal o Vicente Núñez, plumas absolutamente dispares, se han unido gracias a la magia que surgió un día entre la voz de Martirio y el piano de José María Vitier. El resultado, el álbum El aire que te rodea (Sony Music) que salió a la calle el pasado día 17, es una verdadera suite en la que se han unido poesía iberoamericana y música de ida y vuelta. "Este encuentro casual y magnífico para mí forma una suite. Aunque se mezclen textos barrocos, modernistas, poesía mística y contemporán...

Poemas de San Juan de la Cruz, Calderón de la Barca, García Lorca, Rubén Darío, Ernesto Cardenal o Vicente Núñez, plumas absolutamente dispares, se han unido gracias a la magia que surgió un día entre la voz de Martirio y el piano de José María Vitier. El resultado, el álbum El aire que te rodea (Sony Music) que salió a la calle el pasado día 17, es una verdadera suite en la que se han unido poesía iberoamericana y música de ida y vuelta. "Este encuentro casual y magnífico para mí forma una suite. Aunque se mezclen textos barrocos, modernistas, poesía mística y contemporánea, parecen palabras de una sola voz. Los poetas conocen siempre a sus predecesores y parece que hay algún tipo de perfil místico que los une", explica en Sevilla Maribel Quiñones, Martirio, (Huelva, 1954), para quien este álbum es su 12º trabajo discográfico.

"El aire que te rodea es una cosa que sale de los dos, que ni es tuya ni es mía, sino de los poetas y de la música", dice Martirio a José María Vitier (La Habana, 1954) a quien conoció en 2002 cuando colaboró en Canciones del buen amor, un disco que el pianista y compositor cubano grabó en España. Desde entonces se propusieron trabajar juntos y el álbum, que se grabó en La Habana, se ha fraguado vía correo electrónico.

El título del disco lo es también de una sus canciones que Vitier compuso para su esposa. "Hace muchos años, pero casi no había salido de la sala de casa", bromea el artista, que ha escrito canciones para dos de sus más famosos compatriotas: Pablo Milanés y Silvio Rodríguez.

La fusión entre las dos culturas se reconoce en todo el trabajo, que presentaron la pasada semana en dos conciertos en Madrid y Barcelona. "En Deseos, de Salvador Díaz Mirón, y en Llama de amor viva, de San Juan de la Cruz, está latente el tango flamenco; Amor sádico, de Julio Herrera y Reisig, termina en soleá por bulerías, o, por ejemplo, Besos, de Gabriela Mistral, termina en tanguillos y chacarera", aclara Martirio. La artista de las peinetas y las eternas gafas de sol asegura que no canta "nada que no sienta". "No hay nada que esté fuera de mí. Ha sido maravilloso dramatizar todos los temas, sentirlos y sacar un montón de mujeres de dentro de mí, de entre el amor y el desamor", añade a ojos (verdes) descubiertos.