Elecciones municipales

Los 'indignados' en Galicia permanecen acampados 'sine die'

Algunos fueron a votar y otros no, pero el objetivo es trascender las elecciones

Las elecciones pasaron, pero los acampados siguen. Indefinidamente. Así lo decidieron ayer en las asambleas de indignados que se concentran en las principales ciudades gallegas. Unos acudieron a votar, otros no, pero, pasadas las ocho de la tarde, allí lo que importaba no eran las encuestas a pie de urna, sino la decisión sobre qué hacer.

En Santiago fue unánime. Las alrededor de 500 personas que se reunieron en la asamblea alzaron su mano cuando se les preguntó si querían continuar indefinidamente "hasta que se decidan unas propuestas concretas". En Vigo, algunos decían incluso ...

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Las elecciones pasaron, pero los acampados siguen. Indefinidamente. Así lo decidieron ayer en las asambleas de indignados que se concentran en las principales ciudades gallegas. Unos acudieron a votar, otros no, pero, pasadas las ocho de la tarde, allí lo que importaba no eran las encuestas a pie de urna, sino la decisión sobre qué hacer.

En Santiago fue unánime. Las alrededor de 500 personas que se reunieron en la asamblea alzaron su mano cuando se les preguntó si querían continuar indefinidamente "hasta que se decidan unas propuestas concretas". En Vigo, algunos decían incluso estar dispuestos a seguir en la calle hasta las próximas elecciones generales, previsiblemente en marzo del año que viene.

Pero parece que el movimiento ya superó su momento de mayor tirón. El viernes logró reunir a más de mil personas en cada una de las principales concentraciones. El sábado fueron algunas menos y ayer seguía en ligera caída. Pero no quieren hacer ver que con las elecciones se acaba la protesta. Cuánto durará no lo sabe nadie.

Varios indignados se mostraban sorprendidos de la extraordinaria solidaridad que recibían de personas mayores: la señora que a primera hora de la mañana llegó con una pota de chocolate y churros, otras con lentejas, croquetas... "Podemos aguantar", concluían felices, "no pasaremos hambre". También buscan nuevas fuentes de energía. A Vigo llegarán hoy paneles solares.

La jornada de ayer siguió con el ambiente lúdico de la jornada de reflexión. Una paella para 400 personas en Santiago, juegos y actuaciones fueron las actividades de la praza do Obradoiro. Algunos se ausentaron para ir a votar, como Marta Merayo, estudiante de periodismo: "Siempre esperé a ser mayor de edad para ejercer mi derecho al sufragio. Pero no he votado a ningún partido. Algunos compañeros han metido una loncha de chorizo en el sobre". Otros decían no creer en el sistema y prefirieron abstenerse, como Mario Santiago: "Solo voté al cumplir 18 años porque no sabía qué era la política".

En Vigo, Rosalía, periodista que asumía la relación con los medios, no se atrevía a decir si la acampada había estimulado a sus seguidores a acudir a las urnas o no. "No se le pregunta a nadie, no lo sabemos, y aquí lo que vamos viendo es que hay gente muy perdida: solo queremos, con la mayor firmeza, que el juego democrático sea limpio", precisaba. Uno de sus compañeros sí que fue a votar. Concretamente lo hizo en el mismo colegio electoral que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo y, casualmente, justo por delante de él.

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Pero quieren olvidar las elecciones y que el movimiento las trascienda, que no quede en una anécdota de campaña. Están reforzando los lazos entre las ciudades con acampados. Se comunican cada vez más y anoche unas furgonetas con miembros de las comisiones tenían previsto recorrer Galicia para conocerse y acercar posturas. Su idea es ser capaces de acordar unas propuestas que salgan consensuadas de todas las concentraciones.

Biblioteca de la acampada de la praza do Obradoiro de Santiago.ANXO IGLESIAS

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