Reportaje:

"Qué me gusta un sobrecito"

Las escuchas de la Operación Karlos revelan cómo Carretero se regodeaba del dinero que obtenía de forma ilícita como intermediario

Las escuchas del juicio por la Operación Karlos dejaron ayer una sonrojante canción: "Que me gusta un sobrecito, que me pongo contentito, que me gusta un sobrecito y comerme los billetitos". Carlos Carretero, considerado cabecilla de la trama dedicada a la obtención de pensiones de invalidez fraudulentas en Cádiz, se relamía ante su novia del dinero obtenido por alguna de las bajas obtenidas. Las conversaciones telefónicas le delatan sin tapujos. Dan a conocer los detalles de la red, con falsificación de enfermedades, suplantaciones y compra de informes médicos. Las grabaciones no demuestran e...

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Las escuchas del juicio por la Operación Karlos dejaron ayer una sonrojante canción: "Que me gusta un sobrecito, que me pongo contentito, que me gusta un sobrecito y comerme los billetitos". Carlos Carretero, considerado cabecilla de la trama dedicada a la obtención de pensiones de invalidez fraudulentas en Cádiz, se relamía ante su novia del dinero obtenido por alguna de las bajas obtenidas. Las conversaciones telefónicas le delatan sin tapujos. Dan a conocer los detalles de la red, con falsificación de enfermedades, suplantaciones y compra de informes médicos. Las grabaciones no demuestran en cambio que María José Campanario, una de las acusadas, conociera abiertamente la estafa a la Seguridad Social.

Las grabaciones desvelan el día en que fue suplantada Remedios Torres

Algunas de las conversaciones más jugosas fueron recogidas por la Guardia Civil pocos días antes de las detenciones que sirvieron para sacar a la luz pública esta investigación que ha llevado al banquillo a 25 personas. Uno de los momentos más vergonzosos para el supuesto cabecilla es la conversación que Carretero mantiene con su novia, Elisa Calvente, tras un almuerzo con el inspector médico Francisco Casto y el beneficiario de una pensión Miguel Ángel Fernández, quien invita a una copiosa comida como supuesto agradecimiento a la pensión obtenida. "Se han hartado de bogavantes, cigalas, ostras... Por lo menos 250.000 pesetas (1.500 euros) ha pagado. Pero está contento, con 42 años está jubilado y va a cobrar el resto de su vida 400.000 pesetas (2.400 euros) todos los meses".

Su novia se ríe del momento. "¿Y tú, contento?". La respuesta de Carretero brinda el momento musical. Según la fiscalía, el cabecilla de la trama obtuvo gracias a la intermediación de la pensión de Fernández unos 24.000 euros. Carretero, Calvente y el inspector médico Francisco Casto aparecen como perfectos conocedores de los detalles de la trama en estas escuchas, aunque sus estrategias de defensa en el juicio han ido por caminos diferentes. Carretero y Calvente, asiduos a los programas del corazón, han pactado con la fiscalía y han reconocido los hechos, aunque en sus declaraciones en el juicio fueron menos explícitos que en estas conversaciones. De hecho, Carretero responsabilizó a Casto de idear la trama. El inspector médico, en cambio, ha optado por asegurar que desconocía los tejemanejes de Carretero. "He pecado de pardillo", llegó a decir. Aunque las escuchas le dejan en mal lugar.

Uno de los episodios más evidentes es la organización entre ellos de la suplantación de la madre de María José Campanario, Remedios Torres, en una revisión médica. Torres fue sustituida por la suegra de Carretero, Isabel Gil, madre de Elisa Calvente. Casto aparece como perfecto conocedor de la trama. "Ya me han contado la película de esta mañana", le dice el inspector médico a Carretero en alusión a la suplantación. "¿Le ha dolido mucho?", pregunta Casto entre risas. "Para eso están los especialistas. Para las escenas de riesgo", añade Carretero.

Y Carretero habla con Campanario ese día. "Tu madre está en Castellón. Si está todo el día en casa mejor, no vaya a pasar cualquier cosa", le dice dando a entender que mejor que no la vean mientras la suplantan en Cádiz.

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