"Jugamos con la fuerza de la necesidad", arenga Míchel
El Getafe busca huir de la quema ante un Madrid sin Casillas
En tiempos de premura, el eslogan se asimila mejor que el discurso elaborado. A modo de consumado publicista, Míchel se esmeró en desgranar mensajes cortos y directos antes de visitar hoy al Madrid. Primero, para mitigar el vértigo: "Queda muchísimo. Nueve puntos son un mundo". Después, para barnizarse de optimismo: "Nos vamos a salvar sí o sí". Por último, para apelar al voluntarismo: "Jugamos con la fuerza de la necesidad".
Los resultados de la pasada jornada encarecieron la permanencia y el técnico del Getafe se ha visto obligado a modificar su hoja de ruta: "Las calculadoras están t...
En tiempos de premura, el eslogan se asimila mejor que el discurso elaborado. A modo de consumado publicista, Míchel se esmeró en desgranar mensajes cortos y directos antes de visitar hoy al Madrid. Primero, para mitigar el vértigo: "Queda muchísimo. Nueve puntos son un mundo". Después, para barnizarse de optimismo: "Nos vamos a salvar sí o sí". Por último, para apelar al voluntarismo: "Jugamos con la fuerza de la necesidad".
Los resultados de la pasada jornada encarecieron la permanencia y el técnico del Getafe se ha visto obligado a modificar su hoja de ruta: "Las calculadoras están todas en la basura". El triunfo sobre el Almería dejó a los azulones con 40 puntos, a tres de la teórica salvación -los 43 siempre han sido garantía de permanencia con 20 equipos-. El objetivo era sumarlos ante Osasuna en la penúltima jornada, en el Coliséum. "Es el partido. Nos la jugaremos en el enfrentamiento directo", anunció Míchel entonces. Todos los jugadores del Getafe apercibidos de sanción -Pedro Ríos, Víctor Sánchez y Marcano- recibieron la tarjeta amarilla que garantizaba su presencia en la final contra el cuadro navarro a costa de perderse la cita de esta noche. "Que yo sepa, no ha habido orden de provocarlas", adujo el entrenador, cuestionado por las pérdidas de tiempo castigadas por el árbitro.
Mario-Cristiano
La baja de Marcano supone la entrada de Mario en el once. El central, que se rompió el tendón de Aquiles en septiembre, jugará sus primeros minutos en la Liga tras más de seis meses lesionado. Su misión: intentar frenar a Cristiano en su desenfrenada carrera por ser pichichi. "Aunque lleve muchos meses sin jugar, Mario tiene bastante experiencia. El problema es que si Cristiano está como en Sevilla es imposible pararle", justificó Míchel, que apurará la recuperación de Manu y Albín: "Ante los grandes damos guerra".
Enfrente, el Madrid que suma dos derrotas (Sporting y Zaragoza) y un empate (Barcelona) en sus tres últimos encuentros como local en la Liga y que rezuma la sensación de fin de curso. José Mourinho dejó fuera de la convocatoria a Casillas y Dudek por decisión personal. Ramos, por sanción, y Kaká, con problemas musculares, completan las bajas. Adán será titular y los dos porteros del Castilla, Fernández y Mejías, completan una lista a la que regresa Pedro León. Olvidado por Mourinho, añorado por Míchel.