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Demasiado hipermercado

Treinta y cinco centros comerciales ahogan a las pequeñas tiendas en las ciudades gallegas - "Hay saturación", reconoce el conselleiro de Industria

Ante el boom de centros comerciales en Galicia, el mayor registrado nunca en España, destaca la patronal del sector, habría que darle la vuelta al grito salsero de Celia Cruz: "¿Hay gente para tanto sitio?". La eclosión de los negocios de la distribución a gran escala, promovidos por inmobiliarias de capital nacional o foráneo, se disparó en los últimos tres años a la par que la crisis económica y la caída del consumo. Echan la verja miles de tiendas de barrios (5.000 en dos años), mientras abren, en grandes moles comerciales en las periferias de las ciudades, sucursales de cadenas cada...

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Ante el boom de centros comerciales en Galicia, el mayor registrado nunca en España, destaca la patronal del sector, habría que darle la vuelta al grito salsero de Celia Cruz: "¿Hay gente para tanto sitio?". La eclosión de los negocios de la distribución a gran escala, promovidos por inmobiliarias de capital nacional o foráneo, se disparó en los últimos tres años a la par que la crisis económica y la caída del consumo. Echan la verja miles de tiendas de barrios (5.000 en dos años), mientras abren, en grandes moles comerciales en las periferias de las ciudades, sucursales de cadenas cada vez de mayor tamaño. Las cifras dan vértigo. En apenas año y medio aumentó un 72% la superficie de centros comerciales. Los 35 que tiene ahora Galicia ocupan el equivalente a 85 campos de fútbol. Y están en cartera para 2012 la apertura de otros dos, en Santiago y Ourense.

Con la nueva ley, cada proyecto deberá tener un permiso de la Xunta

Pero esta eclosión desaforada y la sobreoferta por habitante en grandes superficies no cogieron a nadie por sorpresa. Hace años que está sobre la mesa el debate sobre el futuro y el impacto social y económico de un sector estratégico que da empleo a uno de cada cinco trabajadores gallegos. Pero nada se hizo para frenar la proliferación de templos de la distribución, ya irreversible. Y aún escasas y de eficacia incierta son las medidas para ayudar a sobrevivir a los pequeños y medianos comercios a pie de calle. Su pervivencia es fundamental para un desarrollo sostenible de las ciudades y villas. Sin embargo, para los responsables públicos primaron más los criterios económicos del mercado que los parámetros de equilibrio territorial o que velar por que la dotación comercial se haga en función de la población y de sus necesidades.

Los alcaldes, sin distinción de siglas políticas, siempre acogieron como una bendición el proyecto de un gran centro comercial. Son importantes polos de atracción. Pero también hacen más acuciante el imparable éxodo del rural hacia las áreas metropolitanas. Y se desertizan de comercio tradicional los barrios de las ciudades. Una gran superficie requiere años de tramitación y una fuerte inversión de dinero. Por eso, pese a la crisis y al enfriamiento del consumo, se dispararon desde 2008 las aperturas de centros planificados y autorizados mucho antes de que asomara la mala coyuntura económica. Galicia, junto con Asturias, eran hasta ahora las comunidades autónomas más permisivas con la implantación de negocios de la gran distribución. Y de ahí la saturación, especialmente remarcable en A Coruña, con 13 centros comerciales, incluido el gigante Marineda City, que se jacta de ser el segundo más grande de Europa.

Pero ahora, con nueva ley gallega del comercio tramitada por el bipartito y aprobada finalmente en diciembre sin apenas modificaciones de la actual Xunta del PP, todo proyecto de más de 2.500 metros cuadrados de superficie requerirá, además de licencia municipal, permiso autonómico. El Ejecutivo de Núñez Feijóo asegura que usará esta arma, ideada por la Consellería de Industria durante el mandato del nacionalista Fernando Blanco, para "congelar" la apertura de más distribuidoras a gran escala. "Hay saturación", alega el conselleiro de Economía, Javier Guerra. Se medirá con lupa el impacto medioambiental, territorial y en las infraestructuras de cada nuevo proyecto. El colapso de tráfico de A Coruña se ha disparado desde la apertura en abril de Marineda City. Las retenciones en los accesos son kilométricas, especialmente en fines de semana y festivos.

Pero la patronal de los centros comerciales sostiene que esa licencia autonómica es contraria a la Directiva Europea de Servicios, en vigor desde diciembre de 2009, que garantiza la libre competencia y rechaza que se vete un área comercial por criterios económicos. La norma europea fija sanciones para las comunidades que lo incumplan. Cataluña acaba de ser sancionada por el Tribunal Europeo por poner trabas a los centros comerciales. El problema es que en Galicia el mal ya está hecho. Y ahora toca intentar mitigar el daño en el pequeño y mediano comercio. Ayudas, como las que subvencionan hasta un 70% la apertura en áreas comerciales abiertas o plazas de abasto, son "objetivo estratégico", afirma el conselleiro. Los comerciantes se muestran escépticos.

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Las cifras de la crisis en Galicia

- El comercio da empleo a unas 180.000 personas (casi una quinta parte de la población activa), de las que 52.628 son autónomos. La crisis ha destruido 17.586 puestos de trabajo en los últimos tres años. Uno de cada cuatro nuevos parados en ese periodo procedía del comercio.

- Galicia pasó, entre 2008 y 2010, de estar entre las comunidades autónomas con menos densidad de grandes superficies (168 metros cuadrados de superficie bruta alquilable por cada 1.000 habitantes) a estar entre las cinco primeras (230). Tenía 29 centros comerciales en 2007, ahora ya son 37. Tras la apertura del gigante Marineda City en A Coruña y un outlet en Culleredo, y la inauguración prevista en 2012 de sendos centros en Santiago y Ourense, se alcanzará el millón de metros cuadrados.

- Cerraron 5.000 pequeños y medianos comercios entre 2008 y 2009. Ese año Galicia batió récords, con un boom de grandes superficies. La patronal de los centros comerciales asegura que solo suman el 14% de las ventas. Hay 49 áreas comerciales abiertas en las ciudades y 102 plazas de abasto, que dan empleo a 7.930 personas.

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