Altísima calidad y calidez
Delicadas, espectáculo que se representa en el Teatro Español hasta el 15 de mayo, es una de esas propuestas diferentes que provoca un sentimiento de agradecimiento infinito. Pero su singularidad no se debe a que en él aparezca innovación alguna. Sino porque golpea en las entrañas del mondongo, que diría Valle-Inclán, con inteligencia, ternura, ironía y humor. Lo que ha hecho el director y autor Alfredo Sanzol, uno de los dramaturgos con más talento de las nuevas camadas de teatreros españoles, con la compañía catalana T de Teatre, es un retrato en varias instantáneas viradas al sepia, ...
Delicadas, espectáculo que se representa en el Teatro Español hasta el 15 de mayo, es una de esas propuestas diferentes que provoca un sentimiento de agradecimiento infinito. Pero su singularidad no se debe a que en él aparezca innovación alguna. Sino porque golpea en las entrañas del mondongo, que diría Valle-Inclán, con inteligencia, ternura, ironía y humor. Lo que ha hecho el director y autor Alfredo Sanzol, uno de los dramaturgos con más talento de las nuevas camadas de teatreros españoles, con la compañía catalana T de Teatre, es un retrato en varias instantáneas viradas al sepia, pero planteadas desde una mirada contemporánea. La que tiene Sanzol de las mujeres que poblaron su infancia, la que todos tenemos de nuestras madres, abuelas... Una generación de mujeres "delicadas", que vistieron una frágil dureza, o una dura fragilidad, y que durante décadas han conformado esos entrañables matriarcados en los que los hombres solo eran compañeros de viaje. Es apasionante ver como Sanzol, y seis excepcionales actores, consiguen a base de aparentemente inconexas pinceladas impresionistas, sumergir al público en un acto escénico de altísima calidad y calidez.