La liquidación de Marsans apenas llega para pagar a los trabajadores

La empresa del expresidente de la CEOE dejará impagados por 552 millones

La liquidación de Viajes Marsans, SA (la empresa matriz del grupo turístico del expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán) dará, en el mejor de los casos, solo para abonar las cantidades pendientes a los trabajadores. La juez Ana María Gallego ordenó ayer la liquidación de los bienes de Viajes Marsans, que acumula deudas por más de 552 millones de euros.

El auto judicial no incluye ninguna autorización de pago de los créditos concursales ya que "no se prevé la situación, dado que todo el producto de la liquidación se destinará, insuficiente, al pago de los créditos contra la masa pend...

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La liquidación de Viajes Marsans, SA (la empresa matriz del grupo turístico del expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán) dará, en el mejor de los casos, solo para abonar las cantidades pendientes a los trabajadores. La juez Ana María Gallego ordenó ayer la liquidación de los bienes de Viajes Marsans, que acumula deudas por más de 552 millones de euros.

El auto judicial no incluye ninguna autorización de pago de los créditos concursales ya que "no se prevé la situación, dado que todo el producto de la liquidación se destinará, insuficiente, al pago de los créditos contra la masa pendientes de satisfacción". Fuentes jurídicas cercanas al concurso se muestran muy escépticas respecto a lo que pueda obtenerse en la liquidación. Por ejemplo, hay en los activos de Marsans 18 inmuebles, pero la mayoría tienen cargas hipotecarias de modo que lo que se obtenga de su venta o subasta lo cobrarán los bancos.

La compañía tiene 18 inmuebles, pero su venta se dedicará a abonar la hipoteca

Eso implica que los casi 17.000 acreedores se quedarán sin cobrar. La única posibilidad de que reciban su dinero vendría con la declaración de culpabilidad de los administradores de Marsans, Díaz Ferrán y su socio Gonzalo Pascual, en la quiebra del grupo, pero ambos también están en concurso de acreedores como personas físicas, de modo que el pago de la deuda se antoja "muy remoto", según fuentes conocedoras de la situación del grupo.

Esos créditos contra la masa, cuya cuantía no se especifica, son fundamentalmente los salarios e indemnizaciones pendientes de cobro por los 1.500 empleados que tenía Viajes Marsans cuando entró en concurso hace un año, además de los gastos que acarree la propia liquidación, los gastos del procedimiento concursal y los tributos y cotizaciones a la Seguridad Social.

Los empleados de Marsans están en trámites para cobrar parte de los 25 millones que, según las fuentes consultadas, sumaban las indemnizaciones pactadas en el expediente de regulación de empleo acordado con los sindicatos, a través del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), al que también se deben abonar las cantidades adelantadas.

Alfredo Herranz, responsable de servicios turísticos de UGT, explica que los empleados percibieron los 20 días por año trabajado que abona el Fogasa, pero quedan otros 13 por cobrar hasta los 32 días por año acordados en el ERE. "Es muy difícil cuantificar cuánto deben percibir aún los empleados, además había una bolsa social adicional para los que por edad tenían más difícil la recolocación", explica Herranz, para, a renglón seguido, considerar que la liquidación es una "buena noticia" para los trabajadores.

Pero pésimas noticias, aunque no sorprendentes, para los principales acreedores: el banco alemán HSN Nordbank AG, con 55 millones, el Sabadell (36,8), Banesto (35,6), La Caixa (32 millones) o el Santander (20,9) además del mayorista de viajes Iberojet (41,5) y miles de pequeños proveedores a los que la quiebra de Marsans ha dejado al borde de la ruina.

Gerardo Díaz Ferrán en febrero de 2010.SUSANA VERA (REUTERS)