Los caballos y las Pomonas de Marini se exhiben en Santiago

Sus esculturas y dibujos, por primera vez en España

La rara habilidad de saber combinar la tradición clásica de la escultura con la revolución artística que sacudió las primeras décadas del siglo XX es lo que caracteriza a la obra del artista italiano Marino Marini (1901-1980). En las salas del Centro Social Novacaixagalicia de Santiago se puede ver desde hace unos días una muestra antológica en la que se exhiben, por primera vez en España, fondos de la fundación que lleva el nombre del artista de Pistoia. Pinturas, dibujos y una amplia selección de esculturas permiten al público acercarse a un escultor que se declaraba deudor del arte etrusco,...

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La rara habilidad de saber combinar la tradición clásica de la escultura con la revolución artística que sacudió las primeras décadas del siglo XX es lo que caracteriza a la obra del artista italiano Marino Marini (1901-1980). En las salas del Centro Social Novacaixagalicia de Santiago se puede ver desde hace unos días una muestra antológica en la que se exhiben, por primera vez en España, fondos de la fundación que lleva el nombre del artista de Pistoia. Pinturas, dibujos y una amplia selección de esculturas permiten al público acercarse a un escultor que se declaraba deudor del arte etrusco, esplendoroso en la Toscana natal de Marini.

Lo interesante de este artista es que aunque su nombre no figura entre los grandes renovadores de la escultura, sí supo dotar a sus obras de personalidad propia. Toma elementos de la tradición etrusca y del clasicismo, y al mismo tiempo son esculturas modernas por la perspectiva innovadora que les aplica Marini. Un paseo por la muestra permitirá encontrar piezas que recuerdan a obras de Picasso o de Giacometti, pero Marini no acaba de parecerse a ninguno de ellos. Picotea de aquí y de allá para construir un estilo personal.

En la exposición que ahora se presenta en Santiago y posteriormente visitará Vigo y otras ciudades españolas, puede observarse el interés de Marini por repetir de forma casi obsesiva la representación de algunas figuras. Las que le han dado mayor fama son los caballos y las Pomonas, diosas romanas asociadas a la fertilidad. Los caballos en ocasiones aparecen solos y en otras fundidos con sus jinetes. Con estas figuras Marini expresa como el hombre sigue teniendo las mismas pulsiones que siglos atrás: la guerra, la fuerza. Las Pomonas en cambio se asocian, según explicaba el propio artista, con un mundo de luz y de sensualidad. En sus propias palabras "representan una época de felicidad que se destruye con el tiempo trágico de la guerra".

Uno de los grandes aciertos de la exposición es el de presentar también los dibujos previos que el artista realizaba antes de acometer las esculturas. Esto nos permite entender en su conjunto el proceso creativo de Marini. También pueden verse pinturas en las que el artista inunda las telas con los colores del Mediterráneo. Son pigmentos de tonalidades fuertes que nos acercan a la tradición romana, a los ritos paganos y a los dioses de la estética clásica.

Los ecos de los etruscos se manifiestan también en el predominio de los colores rojo, verde y azul, al igual que ocurría en el arte de aquellos antiguos pobladores de la actual Italia. Marini se llamaba así mismo etrusco y probablemente se podría decir que su obra fue un ejemplo perfecto de combinación entre la tradición y las tendencias contemporáneas. La muestra está formada por 75 piezas y permanecerá en Santiago hasta el 1 de mayo. Desde ahí la muestra se trasladará al Centro Cultural Novacaixagalicia de Vigo.

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