Empleados de La Fe critican la esterilización del material

Nueva polémica con el centro y sus nuevas instalaciones

Unas pinzas de disección manchadas de sangre, un punzón relleno de restos de hueso, útiles sin precintar, cajas de instrumental mal rotuladas... El servicio de esterilización del Hospital La Fe de Valencia, que la Generalitat privatizó a finales del año pasado, no funciona como antes. Así lo explican trabajadores del centro, que critican el "desconocimiento" que "demuestran" los actuales encargados de esterilizar el material. El hospital, preguntado ayer al respecto, contestó que "la entrada de la empresa privada ha supuesto un cambio en el procedimiento de trabajo", pero que "en ningún caso h...

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Unas pinzas de disección manchadas de sangre, un punzón relleno de restos de hueso, útiles sin precintar, cajas de instrumental mal rotuladas... El servicio de esterilización del Hospital La Fe de Valencia, que la Generalitat privatizó a finales del año pasado, no funciona como antes. Así lo explican trabajadores del centro, que critican el "desconocimiento" que "demuestran" los actuales encargados de esterilizar el material. El hospital, preguntado ayer al respecto, contestó que "la entrada de la empresa privada ha supuesto un cambio en el procedimiento de trabajo", pero que "en ningún caso ha afectado a la seguridad clínica del paciente".

Desde que La Fe estrenó sus nuevas instalaciones en febrero pasado, la consejería de Sanidad no ha tenido una semana tranquila. Primero fue un apagón por la sobrecarga de la red eléctrica del hospital, hace unos días se derrumbó el techo de los quirófanos y, entre tanto, los trabajadores han criticado la reestructuración del centro y la manera en que se adapta a las nuevas instalaciones. Lo último son las deficiencias en la esterilización del instrumental.

Los trabajadores se quejan de punzones y pinzas con restos de sangre y huesos
El hospital asegura que la "seguridad clínica" del enfermo no ha corrido peligro

El sindicato Satse mostró ayer su preocupación por la "demostrada falta de formación del personal" encargado de la limpieza del material. No se trata de un caso aislado, sino de un problema que se repite desde la privatización. Hasta la fecha, el sindicato ha contado un punzón con restos de hueso, unas pinzas manchadas de sangre o quemadas y contenedores de material sucios o sin precintar.

Para las intervenciones quirúrgicas, el cirujano requiere una caja de instrumental específico cuya composición depende de cada caso. Así, el servicio de esterilización, además de limpiar, organiza el material, monta los útiles que así lo requieren y los distribuye en los contenderos o cajas. Luego las rotulan y finalmente las entregan al centro. Ese proceso, que antes funcionaba bien según los trabajadores, ahora ya no. Últimamente, hay material que aparece por duplicado en algunas cajas, lo que significa que hay otras en las que falta. Además, algunas vienen mal rotuladas y otras con el filtro caído y sin el paño verde, lo que compromete su limpieza.

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La Consejería de Sanidad sacó a concurso el servicio en junio del año pasado por algo más de cuatro millones de euros. La unión de Eulen Sociosanitarios e Ibersurgical consiguió el contrató con una oferta a la baja sobre el presupuesto que manejaba Sanidad, en concreto 3,3 millones de euros.

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