Ruiz-Mateos suspende pagos en sus bodegas de Jerez

Nueva Rumasa solicitó ayer el concurso de acreedores para sus cuatro bodegas del marco de Jerez y una distribuidora de bebidas ubicada en la zona. La suspensión de pagos, presentada en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Cádiz, tiene carácter voluntario y afecta a las firmas vinateras Garvey, Zoilo Ruiz-Mateos, Valdivia, la sanluqueña Teresa Rivero y la distribuidora jerezana Unión de Grandes Bodegas.

La medida perjudica a un total de 250 trabajadores, que ayer desconocían si el concurso implicará despidos a corto o medio plazo.

La familia Ruiz-Mateos aseguró que da el paso co...

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Nueva Rumasa solicitó ayer el concurso de acreedores para sus cuatro bodegas del marco de Jerez y una distribuidora de bebidas ubicada en la zona. La suspensión de pagos, presentada en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Cádiz, tiene carácter voluntario y afecta a las firmas vinateras Garvey, Zoilo Ruiz-Mateos, Valdivia, la sanluqueña Teresa Rivero y la distribuidora jerezana Unión de Grandes Bodegas.

La medida perjudica a un total de 250 trabajadores, que ayer desconocían si el concurso implicará despidos a corto o medio plazo.

La familia Ruiz-Mateos aseguró que da el paso con el fin de garantizar la viabilidad futura de las marcas y salvar "el máximo de puestos de trabajo", pero no concretó si habrá extinción de contratos en estos centros de producción. "Primero habrá que analizar la situación y después tomar decisiones", afirmaron fuentes del grupo empresarial.

A pesar de que el personal de las bodegas ya esperaba la presentación del concurso, Ascensión Liaño, presidenta del comité de empresa de Garvey, dijo que el personal "se encuentra preocupado".

Los sindicatos se mostraron satisfechos. Entienden que la suspensión de pagos implicará la normalización de la actividad y una mayor garantía de cobro. Paqui Romero (UGT) reiteró que el concurso de acreedores supone que se levanten los embargos y que fluya el dinero "para pagar nóminas y a proveedores".

Entre los acreedores de Nueva Rumasa en la zona destacan los 800 agricultores de la cooperativa sanluqueña Virgen de la Caridad, a los que Ruiz-Mateos adeuda unos 12 millones de euros por la compra de la bodega Caydsa.

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