"Al Ferrari le falta rapidez y competitividad"

En la F-1 también se cuelgan sambenitos y Vitaly Petrov se ha ganado el de pupas, un piloto de esos que parece tener un imán para las situaciones comprometidas, de esos que los demás tratan de evitar. En el caso de Fernando Alonso hay otro componente, mucho más doloroso, que hace que aún le tenga más tirria. En la última carrera de la temporada pasada, en Abu Dabi, el ruso se defendió de perlas de los ataques del español, que finalmente no pudo adelantarle y perdió el título. Esta vez, Petrov estuvo a punto de armar el taco en la primera curva, cuando se echó encima de Button y el británico en...

En la F-1 también se cuelgan sambenitos y Vitaly Petrov se ha ganado el de pupas, un piloto de esos que parece tener un imán para las situaciones comprometidas, de esos que los demás tratan de evitar. En el caso de Fernando Alonso hay otro componente, mucho más doloroso, que hace que aún le tenga más tirria. En la última carrera de la temporada pasada, en Abu Dabi, el ruso se defendió de perlas de los ataques del español, que finalmente no pudo adelantarle y perdió el título. Esta vez, Petrov estuvo a punto de armar el taco en la primera curva, cuando se echó encima de Button y el británico enfiló el carril exterior, por donde llegaba Alonso, que tuvo que escorarse y que llegó a pisar la hierba. Al reincorporarse había perdido cuatro posiciones y circulaba el noveno. Las prestaciones de su bólido le permitieron superar a Kobayashi en segunda vuelta y a Rosberg en la quinta, por velocidad punta, mientras que a Massa y Button se los merendó en la undécima, en una sola maniobra, al sacar tajada de la trifulca que mantenían. Ya hacia el final adelantó a Webber (vuelta 42), con picardía, aprovechando una excursioncita que se marcó el australiano al salir de los garajes y adelantando su entrada.

Por más que al final salvara los muebles, Alonso deja Australia preocupado. Prueba de ello es el mensaje que mandó a Ferrari nada más terminar la carrera, en el que subrayó las carencias de su 150º Italia, un monoplaza muy nervioso que por ahora está lejos del MP4-26 de McLaren y el RB7 de Red Bull. Hamilton terminó el segundo sin despeinarse a pesa de llevar colgando el fondo plano de su coche durante casi media carrera, y Button avasalló a Massa hasta que se colapsó, tomó un atajo y fue penalizado con un pase y siga.

"Tenemos claro que tenemos que mejorar porque al coche le falta rapidez y competitividad. Sobre todo a una vuelta, en la cronometrada. Se ha demostrado que McLaren iba más rápido que nosotros", concedió Alonso, que ha terminado el cuarto las cuatro últimas veces que ha corrido en Melbourne. Y abundó: "El sábado fuimos dos segundos más lentos que Vettel pero no creo que eso sea real, y hoy hemos estado luchando con Webber y eso ya es más normal. En Malaisia trataremos de colocarnos mejor en la parrilla para acercarnos al podio, que es donde queremos estar regularmente".

La F-1 se ha vuelto tan competitiva que los corredores que aspiran al título saben exactamente si el resultado que obtienen en una determinada carrera es asumible o no. "El campeón del año pasado cumplió una media de 13,5 puntos por gran premio y yo hoy he sumado 12. En ese aspecto estoy cerca", argumentó el bicampeón del mundo con Renault (2005 y 2006), que en las últimas 14 vueltas le arañó 11 segundos a Petrov, aunque no consiguió llegar a su altura. "No me importan esos puntos. Petrov tiene una carrera al año para subir al podio; que la disfrute. Los que me importan son los que me han sacado Vettel y Hamilton", subrayó.

"Dejamos Australia desilusionados, es inútil negarlo", resumió Stefano Domenicali, máximo responsable de la Scuderia. "El 150º Italia no ha estado al nivel que nos hubiera gustado y eso es una evidencia. Red Bull y McLaren han demostrado ser más rápidos que nosotros", desgranó Pat Fry, el ingeniero jefe de la estructura de Maranello, que debe darse prisa si quiere darle la vuelta al coche antes de viajar a Malaisia, en poco más de una semana.