Nueva Rumasa presenta el concurso de acreedores de Cacaolat y Clesa

El grupo anuncia tres ERE temporales en la láctea y uno en la heladera Royne

Nueva Rumasa acumula ya cuatro concursos de acreedores voluntarios después de que ayer pidieran la antigua suspensión de pagos Clesa y Cacaolat, la histórica marca catalana de batidos de chocolate. El holding de la familia Ruiz-Mateos hizo lo propio a lo largo de esta semana con Dhul y Carcesa, la empresa que lanzó los pagarés del grupo. En Barcelona, la decisión fue recibida con una manifestación de los 400 empleados de Cacaolat en Cataluña, quienes exigieron que se mantengan sus puestos de trabajo.

Las firmas que se acogieron al concurso forman parte de la treintena de empresas...

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Nueva Rumasa acumula ya cuatro concursos de acreedores voluntarios después de que ayer pidieran la antigua suspensión de pagos Clesa y Cacaolat, la histórica marca catalana de batidos de chocolate. El holding de la familia Ruiz-Mateos hizo lo propio a lo largo de esta semana con Dhul y Carcesa, la empresa que lanzó los pagarés del grupo. En Barcelona, la decisión fue recibida con una manifestación de los 400 empleados de Cacaolat en Cataluña, quienes exigieron que se mantengan sus puestos de trabajo.

Las firmas que se acogieron al concurso forman parte de la treintena de empresas que Nueva Rumasa tiene en preconcurso por las dificultades financieras por la que atraviesa el grupo y que ha atrapado a miles de inversores particulares. La empresa de batidos tiene una plantilla de 500 trabajadores, 200 en la planta de producción de Barcelona, otros tantos en la sede logística de Parets del Vallès y 100 en la planta de Zaragoza.

Los trabajadores acusan al 'holding' de "desangrar" la empresa catalana

"No hemos cobrado la paga extra de febrero y al 70% de la plantilla le deben la última nómina", explicó el presidente del comité de empresa, José Miguel Miguel (UGT). El líder sindical agregó que desde octubre estaban pidiendo la escisión de Cacaolat del grupo. "Somos una empresa solvente, con beneficios y ellos [la familia Ruiz-Mateos] la han estado desangrando", explicó entre los gritos de casi toda la plantilla, que se concentró para protestar. Cacaolat pasó a manos de Nueva Rumasa en 2007. Dos años después, el conglomerado de Ruiz-Mateos sopesó la salida a Bolsa de la sociedad, para lo que inició los trámites para escindir la marca de batidos de Clesa.

La firma no ha presentado las cifras de 2010, pero preveía cerrar el ejercicio con una facturación de 104 millones de euros, que supondrían un segundo año de crecimiento sucesivo. UGT instó, además, a la Generalitat a que ayude a buscar inversores para Cacaolat que "mantengan la estabilidad de la plantilla". De hecho, la Xunta de Galicia ha iniciado contactos con empresas que podrían estar interesadas en la compra de la planta de Clesa en Caldas (Pontevedra).

En un comunicado, Nueva Rumasa aseguró que los concursos de acreedores buscan garantizar la "viabilidad" de las empresas. Las cuatro sociedades en concurso emplean a más de 2.200 personas y en 2009 sumaban una deuda de 577,8 millones, según el Registro Mercantil. De momento, el grupo de Ruiz-Mateos ha anunciado tres expedientes de regulación de empleo temporales de seis meses para sus tres plantas que afectarán "a gran parte de la plantilla". El holding también anunció un ERE temporal en la fábrica de helados de Royne en Leganés, que emplea a 172 trabajadores.

Protesta de trabajadores de Cacaolat ayer en la factoría de Barcelona.JOAN SÁNCHEZ