Desarticulada una trama de fraude fiscal a través del puerto de Ferrol

Descargaban la mercancía en el puerto exterior de Ferrol y la introducían en el mercado sin pagar impuestos ni aranceles. Con este sistema fraudulento, la empresa Gallega de Molienda de Clínker, SL, movió más de 350.000 toneladas de material entre 2008 y 2009, y evadió el pago de 3,2 millones de euros a las arcas públicas. La Agencia Tributaria (AEAT) desmanteló el pasado lunes una trama ilegal de fraude fiscal que tenía su epicentro en la dársena exterior de cabo Prioriño. En la Operación Clínker, como se denominó el operativo, la Guardia Civil detuvo a cuatro personas, tres en Madrid y una e...

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Descargaban la mercancía en el puerto exterior de Ferrol y la introducían en el mercado sin pagar impuestos ni aranceles. Con este sistema fraudulento, la empresa Gallega de Molienda de Clínker, SL, movió más de 350.000 toneladas de material entre 2008 y 2009, y evadió el pago de 3,2 millones de euros a las arcas públicas. La Agencia Tributaria (AEAT) desmanteló el pasado lunes una trama ilegal de fraude fiscal que tenía su epicentro en la dársena exterior de cabo Prioriño. En la Operación Clínker, como se denominó el operativo, la Guardia Civil detuvo a cuatro personas, tres en Madrid y una en Betanzos, registró sus domicilios particulares y las instalaciones de la compañía en Coirós (A Coruña), "en busca de pruebas y posibles rastros de las sumas defraudadas" que exceden los tres millones de euros, según las primeras estimaciones del Ministerio de Economía.

"El fraude consistió en la sustracción de mercancía depositada bajo control aduanero en el puerto de Ferrol sin haber efectuado el pago de los impuestos correspondientes a la importación", resume la Agencia Tributaria. El operario arrestado en Betanzos quedó ayer en libertad con cargos mientras que los otros tres detenidos continúan en Madrid.La investigación arrancó en 2010, tutelada por el Juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol, y está bajo secreto sumarial. Los detenidos habían ideado un sistema de contrabando de clínker -uno de los componentes para fabricar el cemento- que consistía en importar la mercancía en grandes barcos, descargarla en Caneliñas, y depositarla en una nave que funcionaba como un depósito aduanero privado, según explicaron fuentes de la investigación. De este modo, el material quedaba técnicamente parado y almacenado en esa nave con "un régimen fiscal especial", por lo que no era necesario pagar los tributos hasta que se iniciase el transporte y comercialización.

La consignataria COP Galicia se encargaba de desestibar la carga que, en teoría, se depositaba en los almacenes de la empresa en la rada ferrolana. Sin embargo, la empresa de clínker lo sacaba impunemente de los muelles en centenares de camiones sin abonar impuestos arancelarios ni el IVA que grava la importación del mercancías.

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