Crítica:XV FESTIVAL DE JEREZ

Una expresión inacabada

La gaditana Rosario Toledo goza de un lenguaje propio que traslada a un baile que siempre se percibe intenso y cargado de expresión. Su carrera ha ofrecido diferentes versiones de ese mismo sello, según el propósito de cada proyecto. Para su salto a la programación principal del Villamarta eligió una propuesta arriesgada, una obra conceptual con un planteamiento basado en los cuatro elementos presocráticos, que contó también con cuatro guitarristas privilegiados para representarlos por medio de seguiriyas, alegrías, soleares y taranto.

El riesgo siempre se agradece, pero en este caso co...

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La gaditana Rosario Toledo goza de un lenguaje propio que traslada a un baile que siempre se percibe intenso y cargado de expresión. Su carrera ha ofrecido diferentes versiones de ese mismo sello, según el propósito de cada proyecto. Para su salto a la programación principal del Villamarta eligió una propuesta arriesgada, una obra conceptual con un planteamiento basado en los cuatro elementos presocráticos, que contó también con cuatro guitarristas privilegiados para representarlos por medio de seguiriyas, alegrías, soleares y taranto.

El riesgo siempre se agradece, pero en este caso corre a costa de que, por momentos, la artista resulte difícil de reconocer, sumergida en el universo de la nueva expresividad que persigue, llena de formas rectilíneas y severidad. Más allá del canon, la bailaora se ha embarcado en una búsqueda que se plantea sin concesiones y con una generosidad que roza el desprendimiento. En esta línea, se dan al menos dos casos -el de las alegrías y el de la soleá- en los que sus bailes se encuentran apenas planteados cuando se truncan para dar paso al artista invitado, Joaquín Grilo, quien, por supuesto, se limita a lo que saber hacer tan bien: bailar con enjundia, sobrado de recursos y de compás, y llevándose al público de calle. La obra puede que gane por ese contraste. Por ejemplo, el de unas alegrías que estaban ejecutadas con la feminidad que corresponde y que, interrumpidas por la pena, dejan a la artista como un muñeco que ha perdido la cuerda. Con la soleá, que iba muy bien encaminada, el mismo corte inesperado, la misma sensación, y de nuevo, un bailaor que aparece y arrasa, especialmente en un vis a vis con José Valencia a palo seco que se queda entre los momentos para recordar.

HAY FUEGO EN TUS OJOS

Compañía Rosario Toledo

Baile: Rosario Toledo, Joaquín Grilo (artista invitado). Cante: Juan José Amador, José Valencia. Guitarras y música original: Alfredo Lagos, Miguel Iglesias, Daniel Méndez, Keko Baldomero. Palmas: Bobote. Idea original: Rosario Toledo. Coreografía y puesta en escena: Rosario Toledo, Marco de Ana. Dirección coreográfica: Marco de Ana.

Teatro Villamarta, 6 de marzo.

Un reptar casi onírico de Rosario sobre una rampa había abierto el espectáculo antes de que abordara la seguiriya de una forma enérgica y sobria, con la intensidad de un luto. El baile del taranto mantendría la continuidad de un discurso que solo se rompió en las bulerías finales junto a Grilo. Pero Joaquín se volvió a quedar solo con el cante de Valencia y otra vez armó el taco. Rosario despediría de nuevo reptando sobre la rampa y dejándonos un interrogante que quizás una revisión de la obra despeje.

Un momento de Hay fuego en tus ojos.JAVIER FERGO
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