Crítica:ARTE | Exposiciones

Joscelyn Gardner

La obra de Joscelyn Gardner (Barbados, 1961) recompone las sombras y los cantos de la historia, ofrece interpretaciones críticas, inscritas en los estudios poscoloniales, para agregar nuevos argumentos a la investigación. Gardner, que vive y trabaja entre Barbados y Canadá, concilia en su producción narrativas de dramas e identidades mediante lecturas sobre la memoria, la esclavitud y la mujer. En esta exposición, la primera individual realizada en España después de participar en la última Bienal de Pontevedra, el retrato se presenta como metáfora para analizar los conflictos incompletos de la...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La obra de Joscelyn Gardner (Barbados, 1961) recompone las sombras y los cantos de la historia, ofrece interpretaciones críticas, inscritas en los estudios poscoloniales, para agregar nuevos argumentos a la investigación. Gardner, que vive y trabaja entre Barbados y Canadá, concilia en su producción narrativas de dramas e identidades mediante lecturas sobre la memoria, la esclavitud y la mujer. En esta exposición, la primera individual realizada en España después de participar en la última Bienal de Pontevedra, el retrato se presenta como metáfora para analizar los conflictos incompletos de la identidad con un conjunto de magníficas litografías que describen su propia memoria histórica, impecables composiciones diseñadas desde la economía de elementos, de severos y mínimos trazos, y principalmente desde la elección de componentes simbólicos que definen el retrato como testimonio, tanto pasado como presente, de la desolación, de la injusticia. Sus retratos funcionan a modo de mapas de experiencias, de realidades que manifiestan la dramática situación de las mujeres esclavas, que Joscelyn Gardner presenta después de investigar la esclavitud en el Caribe y, más concretamente, el diario de Thomas Thistlewood, propietario a mediados del siglo XVIII de la jamaicana plantación de azúcar Hacienda Egipto. Las obras que integran la serie Créoles Portraits II (2007) llevan el nombre de muchas de las mujeres que fueron explotadas sexualmente en esa hacienda, que se singularizan a través de sus peinados vistos de espaldas, complejos y abigarrados de trenzas, y de los utensilios metálicos de tortura empleados durante la esclavitud. La sobriedad cromática y la contundencia dramática de estas composiciones, identificadas con el lenguaje de los emblemas, evolucionan en Créoles Portraits III (2009) con la incorporación de nuevos instrumentos de castigo y con un complemento de rebeldía al incluir flores pintadas que representan las especies florales -Hibiscus escultentus o Eryngium foetidum- utilizadas para autoinducirse los abortos y así frustrar la intención de los esclavistas de emplearlas como productoras de futuros esclavos. El anonimato y la rotunda lucha identitaria, junto a la acertadísima técnica de la litografía, componen unos trabajos admirables por su simplicidad y dureza, que nos sitúan frente al pasado de historias y miradas sin cerrar.

Joscelyn Gardner

Tending to an 'unspeakable' past

...

Galería Adhoc. Joaquín Loriga, 9. Vigo

Hasta el 26 de marzo

Archivado En