Reportaje:

"Papá, quiero ir en moto"

Con la retirada de Fonsi, el motociclismo dice adiós a los Nieto, una familia de pilotos nacida de los 13 títulos y 90 victorias de Ángel y seguida además por Pablo y Gelete

Dice Ángel Nieto (Zamora, 64 años) que en 2011 se baja del cajón de los padres sufridores. Porque, aunque Fonsi -el lunes pasado anunció su retirada- sea su sobrino, no su hijo, ha sufrido con él tanto como lo hizo cuando eran Gelete o Pablo quienes andaban por la pista. "Las he pasado canutas", concede la primera gran figura del motociclismo en España, ganador de 13 títulos mundiales y 90 carreras entre las categorías de 50cc y 125cc.

Piloto, pero también padre, trató de evitar que en casa le emularan encima de una moto. "No me sirvió de nada", admite. Sus dos hijos y su sobrino siguie...

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Dice Ángel Nieto (Zamora, 64 años) que en 2011 se baja del cajón de los padres sufridores. Porque, aunque Fonsi -el lunes pasado anunció su retirada- sea su sobrino, no su hijo, ha sufrido con él tanto como lo hizo cuando eran Gelete o Pablo quienes andaban por la pista. "Las he pasado canutas", concede la primera gran figura del motociclismo en España, ganador de 13 títulos mundiales y 90 carreras entre las categorías de 50cc y 125cc.

Piloto, pero también padre, trató de evitar que en casa le emularan encima de una moto. "No me sirvió de nada", admite. Sus dos hijos y su sobrino siguieron sus pasos. Más de 15 años después del debut de Gelete (Madrid, 34 años) y con el adiós de Fonsi (Madrid, 32), que en 2010 compitió en la categoría intermedia de Moto2, los Nieto dejan las pistas. Pues Hugo, el hijo pequeño del zamorano, de nueve años, "será jugador de fútbol o tenista", afirma el padre, tajante, como queriéndose convencer de que la historia no se volverá a repetir: "Gelete y Pablo tampoco corrían en moto y con 14 años me montaron el lío".

"Mi padre no quería que corriéramos. En casa no se hablaba de motos", dice Gelete

"Mi padre no quería que corriéramos. Y en casa no se hablaba de motos. Yo se lo pedía desde pequeño y él no me hacía mucho caso. Hasta que llegó una edad en la que ya no le quedó más remedio que apoyarnos de manera incondicional", recuerda Gelete. A Pablo le mandó a estudiar a Suiza: "Le daría una oportunidad si aprobaba. Éramos malos estudiantes". "Yo me escapaba del colegio para ir en moto. Aunque en casa intentaron por todos los medios que no corriéramos. Nos costó mucho aquello de 'papá, quiero ir en moto", apunta Fonsi. "De chiquitos montábamos por la urbanización. Así que, al final, nuestros padres decidieron meternos a dar vueltas en un circuito de cross".

"Teníamos nuestro futuro escrito. Me paro a pensar qué más me gusta en la vida y no sé qué decir. Si tuviera que estar ocho horas en una oficina, lo haría porque me adapto a todo, pero no me veo en otro mundo que no sea el de las motos", explica Pablo (Madrid, 30 años). Gelete y él se reciclaron convirtiéndose en directores de equipo. La primera experiencia, bajo el mecenazgo de Paco el Pocero, y en un escenario tan exigente como MotoGP, no terminó de consolidarse. Desde el año pasado llevan las riendas de su equipo en Moto2.

Fonsi -se marcha por las secuelas tras la operación en un pie que le fue practicada en Estados Unidos el pasado agosto- aún no ha tomado una decisión sobre su futuro, aunque le gustaría seguir vinculado al motor: "Ayudar a chavales que empiezan o hacer algo relacionado con la prensa". Aunque, de momento, dedicará más tiempo a su otra pasión, ejercer de pinchadiscos.

Los tres admiten que se les han abierto más puertas de las que se les han cerrado por apellidarse Nieto. "Lo veo como una recompensa por todo lo que consiguió mi padre. Depende de nosotros que no se nos cierren las puertas", señala Gelete. "En mis inicios fue esencial llamarme Nieto, pero no compites durante 10 años solo por eso", dice Pablo. "Tuvimos una oportunidad que otros no tienen, sí. Pero, cuando el semáforo se ponía verde, mi tío estaba en el muro, no en la moto. Ahí no hay apellidos que valgan. Y el cronómetro no engaña", concluye Fonsi.

De los tres fue Gelete, el mayor y el primero en probar suerte en el asfalto, quien más presión sintió. "Empecé bastante tarde a competir. Con 17 años me subieron directamente en una 125cc de gran premio que Jorge Martínez Aspar le prestó a mi padre. No tuve un aprendizaje previo. Y, sí, recayó mucha presión en mí". "La prensa tenía todos sus ojos puestos en lo que hacía", añade Pablo. "Afecta llamarse Nieto, pero también tiene sus cosas buenas, como tener a mi tío al lado para darme consejos. En mi caso, quien más presión me metía era yo mismo", dice Fonsi.

Gelete se retiró tras cinco años de competición, Pablo ganó una carrera y Fonsi, con un subcampeonato de 250cc, cinco victorias y una en superbikes, tras arrasar en el campeonato español entre 1995 y 2000, es el que más éxitos cosechó. "Dejamos que hicieran lo que les gustaba. Pero ya les avisé. Los tres no serían campeones del mundo", recuerda Ángel Nieto, orgulloso de ellos porque "son muy buena gente". Lo que él hizo está solo al alcance de unos pocos.

De izquierda a derecha, Fonsi, Ángel, Gelete y Pablo Nieto posan, el sábado en Cheste, con carteles de sus victorias mundiales.JORDI VICENT

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