Tres años de cárcel por la muerte del joven que trató de impedir una agresión

El Juzgado de lo Penal número uno de Valencia condenó ayer a tres años de cárcel y 130.000 euros a David Murillo, de 31 años de edad, responsable de un delito de homicidio por imprudencia grave al golpear al estudiante Daniel Oliver, que medió cuando éste agredía a su novia en octubre de 2007.

Según la sentencia, Daniel Oliver, de 24 años y estudiante de quinto curso de Derecho en Valencia, salía de la facultad para dirigirse a su casa, en Benicull, cuando observó que un joven, David Murillo, increpaba a su acompañante en la vía pública. Al tratar de defender a la chica, Oliver recibió ...

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El Juzgado de lo Penal número uno de Valencia condenó ayer a tres años de cárcel y 130.000 euros a David Murillo, de 31 años de edad, responsable de un delito de homicidio por imprudencia grave al golpear al estudiante Daniel Oliver, que medió cuando éste agredía a su novia en octubre de 2007.

Según la sentencia, Daniel Oliver, de 24 años y estudiante de quinto curso de Derecho en Valencia, salía de la facultad para dirigirse a su casa, en Benicull, cuando observó que un joven, David Murillo, increpaba a su acompañante en la vía pública. Al tratar de defender a la chica, Oliver recibió un puñetazo que le hizo desplomarse y murió siete días después, debido a diferentes lesiones cerebrales, en el Hospital Clínico de Valencia.

Tras el juicio por estos hechos, el juzgado ha condenado al agresor a una pena de tres años de cárcel, 130.000 euros en concepto de responsabilidad civil y 12 días de localización permanente en su domicilio por una falta de lesiones. El juez considera probado que el condenado discutía y forcejeaba con su pareja cuando Daniel Oliver, que pasaba casualmente en esos momentos por la avenida de los Naranjos de Valencia, se desprendió de la mochila y se dirigió apresuradamente hacia Murillo, reprochándole su actitud.

"Entonces, cuando todavía no había llegado a su altura, el agresor corrió hacia Oliver y se puso frente a él desafiante, a una distancia de un palmo, mientras le decía: ¿tú qué quieres, hijo de puta?", según se recoge en los hechos probados. "Aunque Daniel, atemorizado, dijo que no pasaba nada, Murillo le lanzó un puñetazo al cuello que le presionó el seno carotídeo que le provocó un desvanecimiento inmediato, y en la caída Oliver sufrió un traumatismo grave, con complicaciones hemorrágicas, fracturas y contusiones cerebrales que evolucionaron en un deterioro neurológico y la muerte", añade el texto de la sentencia.

El texto recoge el testimonio de numerosos testigos, así como de los policías y profesionales sanitarios que atendieron al fallecido, en los que se concluye que no medió provocación ni agresión previa y que, en consecuencia, la agresión fue "ilegítima e injustificada". El juez no ha considerado circunstancias atenuantes o agravantes que pudiesen haber modificado la personalidad del agresor en aquel momento.

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