TEATRO | La semana por delante

Un texto y una actriz

Hay quien comenta que, después de ver dos o tres veces en diferentes etapas de las últimas décadas el montaje teatral basado en la obra de Miguel Delibes Cinco horas con Mario, interpretado por la gran Lola Herrera, ahora no quedan ganas de repetir. Alegan que aquello tuvo sentido en su momento, pero no hoy e incluso añaden que la obra puede resultar tediosa o antigua.

Obviamente, y como no podía ser de otra manera, quien no quiera ir, que no vaya. Pero se pierde la oportunidad de descubrir a una inmensa actriz, Natalia Millán, en un registro en el que hasta ahora no se la había ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hay quien comenta que, después de ver dos o tres veces en diferentes etapas de las últimas décadas el montaje teatral basado en la obra de Miguel Delibes Cinco horas con Mario, interpretado por la gran Lola Herrera, ahora no quedan ganas de repetir. Alegan que aquello tuvo sentido en su momento, pero no hoy e incluso añaden que la obra puede resultar tediosa o antigua.

Obviamente, y como no podía ser de otra manera, quien no quiera ir, que no vaya. Pero se pierde la oportunidad de descubrir a una inmensa actriz, Natalia Millán, en un registro en el que hasta ahora no se la había visto, la tragicomedia, y además se queda sin la oportunidad de paladear cuán diferente es un texto simplemente porque esté acompañado de un gesto distinto, de otra mirada, de una revisión, la que le han hecho la misma directora de siempre en este proyecto, Josefina Molina, con el mismo adaptador y productor, José Sámano.

Todos ellos, y la palabra ya eterna de Delibes, convertido en un clásico, han dado una nueva vida a esta obra que ahora, desde el Teatro Reina Victoria, se nos antoja una comedia en la que nos reímos y nos acongojamos de ver cómo eran las cosas no hace tanto tiempo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En