"Iremos a la 'Champions' aunque sea a empujones"

Para ganar al Madrid por dos goles como mínimo, un lujo al alcance de muy pocos, Quique Flores quería que el Atlético se comportara "como un caballo al galope". "Rendirse es lo último. Mis jugadores deben actuar como hombres", proclamaba un técnico al que no le faltan los libros de autoayuda. Toda motivación era poca para fortalecer la moral de su escuadra, debilitada por la lesión de Agüero. Cada discurso parecía fundamental para revertir una estadística inamovible, digna de otros tiempos: la última vez que el Madrid perdió el derbi (1-3 en el Bernabéu) fue en la temporada 1999-2000. Para enc...

Para ganar al Madrid por dos goles como mínimo, un lujo al alcance de muy pocos, Quique Flores quería que el Atlético se comportara "como un caballo al galope". "Rendirse es lo último. Mis jugadores deben actuar como hombres", proclamaba un técnico al que no le faltan los libros de autoayuda. Toda motivación era poca para fortalecer la moral de su escuadra, debilitada por la lesión de Agüero. Cada discurso parecía fundamental para revertir una estadística inamovible, digna de otros tiempos: la última vez que el Madrid perdió el derbi (1-3 en el Bernabéu) fue en la temporada 1999-2000. Para encontrar el último triunfo rojiblanco (3-1) en el Calderón hay que remontarse a la de 1998-1999. Desde entonces, 14 victorias y seis empates saludan al Madrid, que con el de anoche contabiliza cuatro triunfos consecutivos en sus visitas al Atlético.

El vestuario colchonero prefirió ignorar tantas malas señales. "Mañana la vamos a liar", se conjuraron con un punto de inocencia. Con una fe a prueba de dirigentes, la afición se lo creyó, pero la fantasía del Atlético duró... 22 minutos. El tiempo que Cristiano tardó en marcar.

"Hemos jugado muchísimo mejor que en el Bernabéu, pero, cuando nos imaginábamos que el primer gol caería de nuestro lado, marcaron ellos. Así es difícil, porque el Madrid, con un 0-1, tiene muchas posibilidades de matarte a la contra", apreció Quique, que afronta la segunda vuelta de la Liga fuera de dos competiciones en las que el año pasado alcanzó las finales. "Hay que remar contra todo eso y cambiar la dinámica. Estas rachas vienen y se van, pero va a pasar. Para eso estamos trabajando. Tengo plena confianza. Es un equipo inteligente que prepara con intensidad cada partido. Al final, conseguiremos el objetivo primordial, clasificarnos para la Champions, aunque sea a empujones", insistió el técnico, que anoche perdió por primera vez una eliminatoria a doble partido desde que llegó al Atlético. Había superado con éxito seis rondas de la Copa y cuatro de la Liga Europa.

El Atlético planteó un sistema táctico similar al que tan buenos resultados le dio contra el Mallorca. Valera repitió, al igual que Elías, y Quique desplazó a Tiago como interior. "Habíamos tenido problemas en otros partidos jugando con un 4-4-2 y el míster decidió cambiar contra el Mallorca y funcionó. Nos fuimos al descanso con 2-0... Quizás no se jugó muy bien, pero el equipo demostró inteligencia", razonaba antes del encuentro el centrocampista, de los pocos que se animó a chutar a Casillas. Una remontada es imposible sin rematar a puerta y el Atlético solo se atrevió a hacerlo tras el rapapolvo del descanso. "No desechamos el antiguo dibujo, pero, cuando el equipo decae anímicamente, este es un sistema ofensivo que ayuda a los puntas y los laterales. Además, el Kun es insustituible. Le hemos añorado... ¡Quítale tú al Madrid a Cristiano!", se justificó, con cara de circunstancias, Quique.

Para agravar los problemas del Atlético, una entrada de Arbeloa a Reyes obligó al cambio del extremo, que repitió, es un decir, como delantero postizo. El parte médico reveló que el jugador que más faltas sufre en la Liga tiene un esguince en el tobillo izquierdo. Otra contrariedad más que añadir a la derrota en sí. Como resumió Forlán: "Da bronca perder siempre contra el Madrid".