Reportaje:COPA DEL REY | Vuelta de los octavos de final

Estilo frente a estrategia

El Villarreal es fiel al toque y el Valencia, más resultadista, varía el guión en cada partido

"Queremos más fluidez, más ritmo y más velocidad", clamó ayer el técnico del Villarreal, Juan Carlos Garrido, como la manera de derrotar hoy en El Madrigal a un Valencia muy superior en la ida en Mestalla pese al empate a cero. El cuadro de Unai Emery atascó el centro del campo con la subida de los laterales, resguardados por tres centrales, y el desplazamiento hacia el interior de los extremos, que terminaron por fundir los alardes creativos de Cazorla, Borja Valero y Cani. A esa labor destructiva se unieron dos mediocentros de contención, Topal y Maduro, que esquilmaron las sutilezas de los ...

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"Queremos más fluidez, más ritmo y más velocidad", clamó ayer el técnico del Villarreal, Juan Carlos Garrido, como la manera de derrotar hoy en El Madrigal a un Valencia muy superior en la ida en Mestalla pese al empate a cero. El cuadro de Unai Emery atascó el centro del campo con la subida de los laterales, resguardados por tres centrales, y el desplazamiento hacia el interior de los extremos, que terminaron por fundir los alardes creativos de Cazorla, Borja Valero y Cani. A esa labor destructiva se unieron dos mediocentros de contención, Topal y Maduro, que esquilmaron las sutilezas de los centrocampistas amarillos. Eso sucedió en Mestalla antes del final del año y Garrido está convencido de que no se repetirá porque Cazorla llega en mejor estado físico que entonces y porque el Valencia ha estado viviendo en los últimos encuentros del estado de gracia de Aduriz, ausente hoy por sanción.

"Lo intentaremos hasta el final jugando bien al fútbol, con talento", dice Garrido
Emery ha renunciado a la estética, como si regresara a sus orígenes en el Almería

El principal déficit del Villarreal es la escasez de su plantilla, sustentada por muchos chicos recién ascendidos del filial con poca experiencia en la élite. De ahí que Garrido apenas pueda dar descanso a sus mejores piezas, y más ahora después de que se le cayeran por lesión Senna y, sobre todo, un Nilmar deslumbrante en la primera vuelta de la Liga.

Pese al revés de la ida, el Villarreal quiere seguir siendo fiel a su propuesta de toque, un 4-4-2 en el que el puesto vacante de Nilmar lo ocupará el argentino Marco Ruben, delantero mucho menos sutil aunque con pegada. El Valencia, en cambio, volverá a cambiar de planes y de alineación, como ha hecho desde que empezó la Liga en cada partido de las tres competiciones. Emery varía de planteamiento en cada jornada, por lo que resulta imposible adivinar su once. Se presume que repita la fórmula de los tres centrales de tan fructíferos resultados para el entrenador tanto en la ida de la Copa como en la cita de Liga disputada un par de semanas antes.

Emery ha renunciado de momento a la estética y se refugia en el resultadismo de sus últimos encuentros (las dos victorias de Liga, ante la Real y el Espanyol) para afianzar una propuesta de fútbol directo, pelotazos a los extremos y centros al área que puedan embocar sus dos magníficos delanteros, Aduriz y Soldado. Ante la ausencia del atacante vasco, será el valenciano el único punta hoy en El Madrigal. Es como si Emery regresara a sus orígenes en el Almería, cuando sacó gran rendimiento de un equipo modesto en el que la estrategia tuvo un papel fundamental. Así fueron sus dos goles frente al Espanyol, en sendos saques de esquina ideados en la pizarra. En la portería, eso sí, ha emergido un Guaita espectacular que deja muy tranquila a la defensa valencianista pese a las lesiones de César y Moyà. Eso y la ascendente temporada de Mata, cada vez más convencido de asumir la responsabilidad en los momentos más difíciles.

"Ellos fueron mejores en la ida, pero en El Madrigal [en Liga] merecimos ganar nosotros", expone Garrido. La clave de la eliminatoria, según el preparador valenciano, estará en la precisión de sus futbolistas. "Debemos buscar el acierto y la movilidad para pasar de ronda. El Valencia es un equipo que en cada partido te puede sorprender tácticamente. Nos obligará a estar perfectos", considera Garrido, vertiendo una crítica subliminal al modo de operar del Valencia, que cambia de guión en función del rival.

Huérfano de títulos, la Copa es considerada la mejor oportunidad para el Villarreal de estrenar sus vitrinas. El peso del juego del Villarreal recaerá en los mismos de siempre: Bruno, Borja Valero, Cani, Cazorla y Rossi. "Nosotros lo intentaremos hasta el final jugando bien al fútbol, aprovechando el talento de nuestros jugadores", remata Garrido. Rivalidad aparte, la recaudación del encuentro irá a parar a asociaciones benéficas de Castellón y Valencia.

Pablo protege el balón ante Borja Valero y, detrás, Cazorla.TANIA CASTRO