Un derribo amenaza la salud de la 'chica burbuja'
La familia de Elvira Roda, conocida como la chica burbuja por estar aquejada de sensibilidad química múltiple (SQM), denunció ayer que el derribo de la casa colindante con su vivienda de Alboraia (Valencia) puede provocarle una crisis de "consecuencias mortales". Así lo aseguró ayer el hermano de Elvira, Carmel Roda, que explicó que el derribo de la casa "la alteraría bastante en condiciones normales", pero que además en ese terreno "antiguamente había una fábrica donde se manipulaba amianto" y la familia teme que el derribo "genere una nube tóxica" para la mujer. Por ello, los familiar...
La familia de Elvira Roda, conocida como la chica burbuja por estar aquejada de sensibilidad química múltiple (SQM), denunció ayer que el derribo de la casa colindante con su vivienda de Alboraia (Valencia) puede provocarle una crisis de "consecuencias mortales". Así lo aseguró ayer el hermano de Elvira, Carmel Roda, que explicó que el derribo de la casa "la alteraría bastante en condiciones normales", pero que además en ese terreno "antiguamente había una fábrica donde se manipulaba amianto" y la familia teme que el derribo "genere una nube tóxica" para la mujer. Por ello, los familiares explicaron que estudian la posibilidad de evacuar a Elvira a otro lugar, un traslado que "no es fácil porque no hay ayuda oficial, hay que buscar ayuda privada y se trata de un montante económico importante".
La enfermedad de Elvira es una dolencia crónica basada en la alergia a multitud de agentes, y no está reconocida como patología por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de manera que cada país decide si clasifica esta dolencia como enfermedad o no. Roda argumentó que en España, aunque la padece entre el 7% y el 10% de la población, la sensibilidad química múltiple no está reconocida, a diferencia de lo que ocurre en países como Alemania o Japón.
El hermano de Elvira ha explicado que no sólo los escombros o una posible nube tóxica de amianto pueden afectar a la joven valenciana, sino que solo "los gases que emite la pala excavadora" podrían ocasionarle una crisis.
La familia se puso en contacto con los propietarios de la vivienda para tratar de llegar a un acuerdo sobre las condiciones del derribo, aunque por motivos económicos les anunciaron que la casa se demolerá en dos semanas.