Crónica:VALENCIA 0 - VILLARREAL 0 | COPA DEL REY | Ida de los octavos de final

El Valencia se queda sin premio

El Villarreal sobrevive pese a la intensidad del juego del cuadro de Emery

En contra de las previsiones, el que resistió fue el Villarreal, achicando agua como pudo toda la noche. Ante el asedio de un Valencia que impuso su mayor intensidad física y también táctica, neutralizando las virtudes técnicas del combinado amarillo. Pero al Valencia, pese a que lo mereció, se le resistió el gol, escatimado por el palo en unas ocasiones y en otras por la falta de pericia en el remate. A la cabeza de todos, un magistral Mata, que, sin embargo, se quedó sin premio. Al contrario de otras temporadas, el Villarreal supo sobrevivir sin apenas fútbol, defendiéndose con orgullo y dej...

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En contra de las previsiones, el que resistió fue el Villarreal, achicando agua como pudo toda la noche. Ante el asedio de un Valencia que impuso su mayor intensidad física y también táctica, neutralizando las virtudes técnicas del combinado amarillo. Pero al Valencia, pese a que lo mereció, se le resistió el gol, escatimado por el palo en unas ocasiones y en otras por la falta de pericia en el remate. A la cabeza de todos, un magistral Mata, que, sin embargo, se quedó sin premio. Al contrario de otras temporadas, el Villarreal supo sobrevivir sin apenas fútbol, defendiéndose con orgullo y dejando la eliminatoria abierta para principios de año en El Madrigal.

El vértigo del Valencia devoró al Villarreal en la primera parte con una preciosa jugada simbolizando toda esa superioridad: el saque defectuoso del meta Juan Carlos lo amortiguó Aduriz con la cabeza hacia Mata, este se la entregó en bandeja a Pablo y el extremo castellonense la quiso esquinar demasiado.

VALENCIA 0 - VILLARREAL 0

Valencia: Guaita; Miguel, Dealbert, Stankevicius, Ricardo Costa, Mathieu (Jordi Alba, m. 79); Maduro, Albelda; Pablo (Joaquín, m. 59), Mata; y Aduriz (Soldado, m. 65). No utilizados: Saúl; Bruno, Vicente y Topal.

Villarreal: Juan Carlos; Ángel, Mussachio, Gonzalo, Capdevila; Cani (Senna, m. 46; Altidore, m. 70), Bruno, Borja Valero (Mario, m. 89), Cazorla; Nilmar y Rossi. No utilizados: Diego López; Catalá, Jefferson Montero y Marco Rubén.

Árbitro: Delgado Ferreira. Amonestó a Dealbert, Cani, Mata, Gonzalo y Altidore.

Unos 40.000 espectadores en Mestalla.

Maduro y ALbelda desactivaron el centro del campo de los amarillos
Capdevila se sonrió ante la injusta amonestación a un Mata sobresaliente

El Valencia asfixió al Villarreal en el centro del campo. Sus dos mediocentros defensivos, Albelda y Maduro, liquidaron la creatividad de Bruno, Borja Valero y, sobre todo, de un muy desdibujado Cazorla. Los dos laterales, Miguel y Mathieu, actuaron de interiores, permitiendo que los extremos, Pablo y Mata, se movieran con libertad por todo el frente de ataque. La prestación de Mata volvió a ser sobresaliente.

El Villarreal, en cambio, se fue al descanso con el rabo entre las piernas, con un escaso 37% de posesión del balón a su favor, algo que solo le había pasado en su visita al Camp Nou. Sintiéndose muy incómodos cada uno de sus jugadores; también la temible pareja de delanteros, Rossi y Nilmar, desactivada por la contundencia de los tres centrales valencianistas, Ricardo Costa, Dealbert y Stankevicius. Tan descontento con el rendimiento de su equipo que Juan Carlos Garrido mandó prepararse a Senna antes del final del primer tiempo.

Aduriz, además, se impuso en el juego aéreo entre los centrales amarillos y la timidez en las salidas del joven Juan Carlos, el único de los suplentes habituales que entró en la alineación titular, en detrimento de Diego López. El chico estuvo ágil en un par de remates a bocajarro de Aduriz, previamente invalidados por fuera de juego, eso sí, pero le faltó decisión en las salidas de puños. Aun así, llegó virgen hasta el final.

Maduro arrancó la segunda parte con un par de filigranas en el centro del campo que dejaron boquiabierta, por inusuales, a la grada de Mestalla. Anduvo sobrado el holandés, como lo había estado ante el mismo rival en el choque liguero en El Madrigal. Es un jugador silencioso que va rompiendo prejuicios y creciendo poco a poco. Mata voleó con la zurda un centro desde la derecha de Miguel, pero el palo se alió con Juan Carlos.

A fin de ganar consistencia, Senna había ocupado la plaza de Cani, aunque el Villarreal continuó sin encontrar su sitio. Capdevila se sonreía porque el árbitro amonestó a Mata al creer que se había tirado al suelo tras una entrada del lateral catalán. Se equivocó el árbitro: hubo contacto.

Las prisas de Emery por poner el balón en marcha cada vez que le caía por su banda eran la prueba irrefutable de que, al contrario de lo que podía indicar la alineación, el Valencia quería comerse el partido. Y abundó en esa idea al dar entrada a Joaquín por un Pablo muy dolido con la sustitución. Está harto de ser siempre el primero en enfilar el vestuario.

Había pasado una hora de juego y el Valencia empezó a acusar su extenuante despliegue físico. El cuadro de Emery bajó su intensidad y el Villarreal tomó un poco de aire: empezó a encontrar a sus delanteros. Justo cuando se lesionó Senna, al parecer de un tirón muscular, en cuya sutitución sorprendió Garrido al suplirlo por otro atacante: Altidore. Eran tres, pues, los delanteros amarillos. Y Altidore sirvió a Nilmar en porfundidad para que el brasileño encarara a Guaita, su jugada preferida. La respuesta en la salida del portero fue fulminante, con un aplomo impropio de su escaso vuelo en Primera.

El desconcertante Mathieu se marcó una cabalgada descomunal que solo cortó en falta Gonzalo. El lateral francés se lastimó en la caída y fastidió la entrada prevista de Vicente, que cedió el paso a Jordi Alba. El Valencia atacó hasta el último aliento, pero el Villarreal resistió y dejó una vuelta imprevisible en el aire.

Mata no encuentra el gol ante la salida de Juan Carlos.TANIA CASTRO