Igualada en medio del diluvio

Bastante hicieron el Córdoba y el Deportivo con mantenerse de pie en medio del diluvio. Sobre todo, en la segunda parte, en la que los cielos se abrieron sobre el Nuevo Arcángel. El duelo se acabó saldando con empate y varios lesionados como consecuencia de disputarse el partido en unas condiciones infames e impropias de una competición que con frecuencia se maltrata, como se constata al no existir una fecha apropiada en caso de suspensión.

Plomizo y gris, a juego con un día lluvioso que convirtió en un patatal el terreno de juego, el Córdoba jamás se sintió cómodo ante el Deportivo. Mi...

Bastante hicieron el Córdoba y el Deportivo con mantenerse de pie en medio del diluvio. Sobre todo, en la segunda parte, en la que los cielos se abrieron sobre el Nuevo Arcángel. El duelo se acabó saldando con empate y varios lesionados como consecuencia de disputarse el partido en unas condiciones infames e impropias de una competición que con frecuencia se maltrata, como se constata al no existir una fecha apropiada en caso de suspensión.

Plomizo y gris, a juego con un día lluvioso que convirtió en un patatal el terreno de juego, el Córdoba jamás se sintió cómodo ante el Deportivo. Miguel Ángel Lotina, analizando los elementos, blindó a su equipo con tres centrales y dos carrileros en espera de un fútbol directo del Córdoba que casi nunca llegó. Curiosamente, fue Lassad quien encontró un resquicio entre tanto pelotazo para dar el balón en el área a Riki. El madrileño, antes de lesionarse, convirtió en gol el penalti que le hizo Alberto.

Casi nunca supo jugarle el Córdoba al Deportivo. Escaso de fútbol y solo con salida por la banda derecha, donde se alinea Callejón, el equipo de Lucas Alcaraz solo fue capaz de crear peligro a balón parado. Si Tena estuvo a punto de empatar al aprovechar un rechace dentro del área, la ocasión más clara del cuadro andaluz llegó poco antes del final de la primera parte, cuando Usero, tras una formidable acción de estrategia, cabeceó fuera. El Deportivo, contento con su renta, se limitaba la mayoría de las veces a pasarse el balón al pie, inocuo y sin profundidad. Finalmente, el Córdoba, tras un error de Manu, empató. En un partido disputado en un campo de arroz, Adrián perdonó en el último minuto y Sesma, a continuación, envió la pelota al larguero.