El Atlético se rearma con Elías

Cuando vendió a finales de agosto a Jurado al Schalke pese a la oposición de Quique Flores, el Atlético justificó la operación por golosa (13 millones de euros y dos más según objetivos) y porque el jugador "no era uno de los titulares de la plantilla", según se encargaron de repetir una y otra vez los distintos portavoces del club. Sin embargo, el efecto de la marcha a Gelsenkirchen del centrocampista andaluz, considerado por el cuerpo técnico "un comodín" que lo mismo valía de enganche que de interior o incluso de segundo punta, lo notaron inmediatamente los medios rojiblancos. En especial, ...

Cuando vendió a finales de agosto a Jurado al Schalke pese a la oposición de Quique Flores, el Atlético justificó la operación por golosa (13 millones de euros y dos más según objetivos) y porque el jugador "no era uno de los titulares de la plantilla", según se encargaron de repetir una y otra vez los distintos portavoces del club. Sin embargo, el efecto de la marcha a Gelsenkirchen del centrocampista andaluz, considerado por el cuerpo técnico "un comodín" que lo mismo valía de enganche que de interior o incluso de segundo punta, lo notaron inmediatamente los medios rojiblancos. En especial, Tiago. "Era el único de nosotros que había participado en los 64 partidos de la temporada pasada y muchas veces salía desde el banquillo para explotar con su calidad el cansancio de los rivales... Sin él, perdemos polivalencia y sorpresa en el último pase. Alguien tendrá que sustituirle y yo no estoy acostumbrado a la posición de enganche", reconocía el portugués. "El fútbol es así. A veces llegan ofertas irrechazables. Ahora tendremos que reinventarnos", pensaba en aquellos días Quique. "Lo que no habrá son más fichajes. Contamos con una plantilla completa", recalcaba el presidente, Enrique Cerezo.

Tres meses después, justo después de tres derrotas que le dejan a ocho puntos de la Champions, el objetivo primordial, y prácticamente fuera de la Liga Europa, el Atlético cerró ayer, a falta de la firma, la contratación de Elías, centrocampista ofensivo del Corinthians. El brasileño, que llegará en el mercado de invierno y se comprometerá por cuatro temporadas, costó siete millones y cobrará alrededor de 2,5 anuales. "Lamentablemente, me voy. No me quería ir, pero ya está todo apalabrado. Me voy el 3 de enero para pasar los exámenes médicos", confirmó el jugador al término del duelo con el Goiás (1-1).

"Necesitamos alternativas en el ataque", argumentan en los despachos del Calderón. Nada que ver con las declaraciones de García Pitarch a la vuelta de la esquina. "No habrá fichajes ahora y, aunque junio está aún lejos, no está de más ir viendo qué se mueve en el mercado", aseguraba el mes pasado el responsable de la dirección deportiva recién aterrizado de Brasil.

Elías, de 25 años y 1,73 metros, llevaba tiempo en la agenda del Atlético, que se adelantó al interés que también había mostrado el Benfica por el internacional brasileño (debutó en octubre contra Irán y ya lleva tres encuentros). Con el refuerzo de Elías (24 goles en 155 encuentros), el Atlético suaviza las derrotas contra el Espanyol, el Aris y el Levante a la vez que Jorge Mendes incrementa su influencia en el club. Simão, Tiago y Diego Costa son los otros rojiblancos pertenecientes a la cuadra del agente portugués, que se abrió las puertas del Atlético en 2006, cuando colocó de una tacada, procedentes del Dinamo de Moscú, a Costinha, Maniche y Seitaridis junto a su flota de Lamborghinis.