Cerrado por ratas

Una plaga de roedores obliga a clausurar la Jefatura de Tráfico de Córdoba

Al abrir el cajón, saltaron dos ratas. Los trabajadores de la Jefatura Provincial de Tráfico de Córdoba llevan unos años quejándose de la presencia de estos animales, además de cucarachas, ciempiés y mosquitos, en sus dependencias. Pero ayer fue demasiado. Los funcionarios no aguantaron más y pidieron el cierre de las oficinas. El jefe de la delegación, José Antonio Ríos, reconoció este último suceso con los roedores y decidió echar la persiana. Ríos aseguró que será solo temporal. Esta misma mañana, a las ocho y media, piensa abrir de nuevo.

Rafael Herrera, delegado de la sección sindi...

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Al abrir el cajón, saltaron dos ratas. Los trabajadores de la Jefatura Provincial de Tráfico de Córdoba llevan unos años quejándose de la presencia de estos animales, además de cucarachas, ciempiés y mosquitos, en sus dependencias. Pero ayer fue demasiado. Los funcionarios no aguantaron más y pidieron el cierre de las oficinas. El jefe de la delegación, José Antonio Ríos, reconoció este último suceso con los roedores y decidió echar la persiana. Ríos aseguró que será solo temporal. Esta misma mañana, a las ocho y media, piensa abrir de nuevo.

Rafael Herrera, delegado de la sección sindical de CSIF en materia de riesgos laborales, no confía en que los trabajos de limpieza y desinfección permitan la reactivación tan temprana del servicio. "Habría que higienizarlo todo a fondo, sacar todo el mobiliario y limpiar bien, porque por ahí se está paseando de todo", dijo ayer. Herrera y su sindicato creen que la Jefatura, en Córdoba, se asienta en un "edificio enfermo". "Lo que se debe hacer es mudar a toda la oficina a otras dependencias", subrayó.

José Antonio Ríos, por su lado, no cree que haya que ir tan lejos. "Hemos contratado a una empresa para que limpie e higienice el edificio, por recomendación de los informes emitidos por nuestros servicios riesgos laborales. En éstos, no se recomienda cerrar las dependencias". Ríos confía en que la limpieza de ayer sea suficiente: "Vamos a contar con el trabajo de la empresa privada y con la colaboración del Ayuntamiento, que se encargará de los alrededores el edificio".

En la Jefatura, situada en la avenida de Conde de Vallellano, trabajan 78 personas y se atiende diariamente a casi 200 usuarios. "Ya hay miedo en el ambiente. Cada vez que vamos a usar un archivador, lo golpeamos antes por si hay una rata dentro", explica Rafael Herrera. "Se escucha a los animales corretear por los tubos del aire acondicionado", añade.

Este sindicato sostuvo ayer que los hechos los lleva denunciando desde hace años: "El edificio no reúne ninguno de los requisitos previstos en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, como, por ejemplo, la falta de espacio, iluminación, ventilación o insuficiencia en el número de salidas de emergencia".

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