El tren fantasma
Los hermanos Ridley y Tony Scott parecen empeñados en encarnar la vieja dialéctica entre el producto de clase A y la serie B para la era del simulacro: la trayectoria del primero -especialmente, en su último tramo- se asienta sobre el espejismo de la película que no tiene que esforzarse en ser buena porque le basta con parecerlo, mientras que el segundo -salvo en los picos de exceso y fascinante desarticulación narrativa encarnados en títulos como Domino (2005)- parece refinar cada vez más la idea de una action-movie ready made.
En este sentido, Imparable resulta p...
Los hermanos Ridley y Tony Scott parecen empeñados en encarnar la vieja dialéctica entre el producto de clase A y la serie B para la era del simulacro: la trayectoria del primero -especialmente, en su último tramo- se asienta sobre el espejismo de la película que no tiene que esforzarse en ser buena porque le basta con parecerlo, mientras que el segundo -salvo en los picos de exceso y fascinante desarticulación narrativa encarnados en títulos como Domino (2005)- parece refinar cada vez más la idea de una action-movie ready made.
En este sentido, Imparable resulta paradigmática: un producto que se diría facturado por la segunda unidad, pero que proporciona una (más o menos) eficaz simulación autocombustible de acción frenética, sufrida por personajes con apariencia de vida interior.
IMPARABLE
Dirección: Tony Scott. Intérpretes: Denzel Washington, Chris Pine, Rosario Dawson, Kevin Corrigan, Ethan Suplee. Género: acción. EE UU, 2010.
Duración: 105 minutos.