La barriada de Astilleros de Cádiz se rebela contra una iglesia

Los vecinos reclaman instalaciones deportivas o un centro de salud

En 1.800 metros cuadrados de la barriada de Astilleros se ha diseñado una guardería, una sede vecinal, un aparcamiento subterráneo y una iglesia. Así lo recoge el Plan General de Ordenación Urbana de Cádiz, que ahora debe aprobar la Junta. Pero sus vecinos no quieren una parroquia. Desean un equipamiento deportivo o un centro de salud.

"No entendemos qué tipo de compromiso adquirió el Ayuntamiento con el Obispado pero aquí las necesidades son otras", protesta el combativo presidente de la asociación, Luis Arenal. El equipo de gobierno, del PP, no ha contestado a sus alegaciones al plan ...

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En 1.800 metros cuadrados de la barriada de Astilleros se ha diseñado una guardería, una sede vecinal, un aparcamiento subterráneo y una iglesia. Así lo recoge el Plan General de Ordenación Urbana de Cádiz, que ahora debe aprobar la Junta. Pero sus vecinos no quieren una parroquia. Desean un equipamiento deportivo o un centro de salud.

"No entendemos qué tipo de compromiso adquirió el Ayuntamiento con el Obispado pero aquí las necesidades son otras", protesta el combativo presidente de la asociación, Luis Arenal. El equipo de gobierno, del PP, no ha contestado a sus alegaciones al plan general, así que el colectivo ha anunciado que acudirá a los tribunales en contra de la cesión de esta parcela. Ponen de ejemplo el caso de Los Bermejales de Sevilla, donde los residentes pararon la construcción de una mezquita.

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El barrio de Astilleros se construyó sobre terrenos que habían quedado ociosos en la factoría naval de Cádiz y la prioridad fue el uso residencial y comercial. Así se levantaron varios bloques de edificios para acoger a 5.000 vecinos y se abrió un establecimiento de El Corte Inglés. Pero faltan equipamientos. "Somos clientes de un gran centro comercial pero no tenemos ninguna otra gran infraestructura", afirman los vecinos. Tienen proyectos y muchas promesas que, 10 años después, siguen siendo obras sin terminar: una piscina, un parque, un centro de educación musical... Y a la última gran parcela pendiente el Consistorio se empeña en darle un uso religioso.

El Ayuntamiento ha argumentado que esos planes estaban recogidos en el plan general. Pero el PSOE no está de acuerdo. "Una ciudad no se puede construir a espaldas de los ciudadanos. No se pueden empeñar en un equipamiento que sus habitantes no quieren o no necesitan", dice la edil socialista, Natalia Álvarez.

Los vecinos recuerdan que, cuando se les preguntó hace una década qué equipamientos querían para el barrio, el 97% se mostró partidario de un centro de salud, una zona de esparcimiento público o un polideportivo. La iglesia la apoyó un 23%. "No nos oponemos a que construyan una parroquia pero sí a la ubicación elegida", protesta Arenal. Recuerdan que el barrio llegó a tener una gran parcela libre de 14.600 metros cuadrados, que se destinó a un cuartel de la Guardia Civil; otra de 8.900, donde la Junta construye actualmente una escuela de arte, y otra de 1.800, donde el Consistorio ha diseñado la guardería, la sede vecinal, el aparcamiento y la iglesia. "Será una zona saturada. Sería mejor quitar la parroquia y poner unas pistas de pádel y una zona de juego para niños", han sugerido los vecinos.

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De hecho, el rechazo vecinal es constructivo. La asociación que preside Luis Arenal ha propuesto otra ubicación de la parroquia en el antiguo cuartel de la Guardia Civil en la barriada de San Severiano. La insistencia municipal en el proyecto de iglesia choca además con las intenciones del Obispado, que ya ha reconocido que no cuenta con fondos para construir nuevas infraestructuras religiosas en la ciudad.