Golpe italiano a la política antidopaje de la UCI

La Unión Ciclista Internacional (UCI) sacó en 2008 su última arma contra el dopaje, el pasaporte biológico, el perfil hematológico de los ciclistas en el que cualquier variación de sus valores habituales se somete al examen de expertos para ver si ha habido manipulación sanguínea, dopaje o no. Dos años y medio después, el pasaporte corre el peligro de quedarse en nada después de que el tribunal antidopaje italiano absolviera ayer a Franco Pellizotti, el corredor de más nivel de los nueve a los que la UCI, que puede recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), ordenó expedientar.

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La Unión Ciclista Internacional (UCI) sacó en 2008 su última arma contra el dopaje, el pasaporte biológico, el perfil hematológico de los ciclistas en el que cualquier variación de sus valores habituales se somete al examen de expertos para ver si ha habido manipulación sanguínea, dopaje o no. Dos años y medio después, el pasaporte corre el peligro de quedarse en nada después de que el tribunal antidopaje italiano absolviera ayer a Franco Pellizotti, el corredor de más nivel de los nueve a los que la UCI, que puede recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), ordenó expedientar.

A Pellizotti, de 32 años, la UCI le suspendió provisionalmente en vísperas del Giro. El fiscal solicitó dos años de sanción. "No se ha establecido una probabilidad suficientemente elevada de culpabilidad del acusado", dice ahora el tribunal. El del Liquigas, segundo en el Giro de 2009, anunció que se querellará contra la UCI exigiendo una indemnización por daños y perjuicios.

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