La Jaume I besa más

La Universidad de Castellón bate el récord mundial de besos en cadena con 323 participantes y desplaza a la de Lyon

La cifra oficial fue 323 participantes pero hubo alguno más, entre pruebas, ensayos y escarceos. La Universitat Jaume I de Castellón logró batir ayer el récord mundial de besos en cadena en un recinto universitario, rompiendo la marca conseguida por la Universidad de Lyon el año pasado, cuando logró la participación de 237 personas con esa misma finalidad.

El ágora de la universidad fue el lugar escogido para la cita que, dada la expectación y el nivel de implicación logrado entre los estudiantes, "obligó" al rector del centro castellonense, Vicent Climent, a formar parte del intento y ...

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La cifra oficial fue 323 participantes pero hubo alguno más, entre pruebas, ensayos y escarceos. La Universitat Jaume I de Castellón logró batir ayer el récord mundial de besos en cadena en un recinto universitario, rompiendo la marca conseguida por la Universidad de Lyon el año pasado, cuando logró la participación de 237 personas con esa misma finalidad.

El ágora de la universidad fue el lugar escogido para la cita que, dada la expectación y el nivel de implicación logrado entre los estudiantes, "obligó" al rector del centro castellonense, Vicent Climent, a formar parte del intento y ocupar el primer puesto de la larga cadena organizada en la plaza central de la Jaume I. Climent besó a la decana de Humanas, María Ángeles Ruipérez, y los ósculos fueron recorriendo el ágora hasta llegar al número 323 que portaba Rubén Forcada, presiente de la asociación convocante, Campus Jove.

El rector, Vicent Climent, fue el primero de la cadena
El acto defendió la libertad sexual y "el buen rollo"

Para hacer boca, se repartieron gominolas en forma de labios entre los asistentes. La mayoría fueron besos pudorosos, en la mejilla, dulces, también los hubo en los labios y ninguno se atrevió con el tornillo. Eso sí, no importó el sexo de quién se encontrara junto a cada uno de los participantes puesto que uno de los objetivos del acto, además de batir el récord mundial, fue el de la defensa de la libertad sexual.

"Difundir el buen rollo, la importancia de darse besos y también decir no al maltrato machista" fueron otros de los motivos que llevaron a Campus Jove a decidirse por esta convocatoria, tal como explicó su secretaria Elisenda Pallarés.

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La llegada de la cadena al beso número 100 fue uno de los momentos más celebrados por los participantes que, en cualquier caso, quedó eclipsado cuando se superaron los 237 de Lyon y con el abrazo que acompañó al último. Al grito de "campeones" y con celebración de cava agitado incluida, la asociación tratará ahora de que el récord sea inscrito en el libro Guinness. "Nos costaba mucho dinero traer al jurado para inscribirnos en el libro", explicó Pallarés que indicó que, aun así, remitirán las identidades de cada uno de los participantes inscritos y un vídeo en el que se ve la progresión de la cadena con los números identificativos para cada uno de los besucones. Además, tienen previsto colgar el vídeo en las redes sociales con el fin de promocionar la Universitat Jaume I, "que somos los que más besos se dan", tal como vitoreaba el animador del acto.

La convocatoria para batir el récord mundial de besos en cadena forma parte de la programación de la Festa de Benvinguda, que se celebra esta semana, que incluye actividades culturales, lúdicas, deportivas y reivindicativas que, en muchos casos, han sido organizadas por la propia asociación Campus Jove.

Participantes en el récord de besos en cadena en un recinto universitario, ayer en la Universitat Jaume I de Castellón.ÀNGEL SÁNCHEZ

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