Crítica:FERIA DE JAÉN

El Juli pone la traca final

Jaén cerró ayer su feria de San Lucas, y lo hizo sin los tradicionales fuegos artificiales por aquello de la crisis y el recorte del gasto municipal. Pero sí hubo traca final en el coso de La Alameda, y vino de la mano de El Juli, un torero con mayúsculas que cerró una temporada de ensueño con cuatro orejas en dos faenas soberbias. Ponce, con dos trofeos en su primero, y el provinciano José Carlos Venegas, con tres trofeos, le acompañaron a hombros por la puerta grande. Un fin de fiesta apoteósico.

No hubo celebraciones para conmemorar el 50º aniversario del coso jiennense de La Alameda...

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Jaén cerró ayer su feria de San Lucas, y lo hizo sin los tradicionales fuegos artificiales por aquello de la crisis y el recorte del gasto municipal. Pero sí hubo traca final en el coso de La Alameda, y vino de la mano de El Juli, un torero con mayúsculas que cerró una temporada de ensueño con cuatro orejas en dos faenas soberbias. Ponce, con dos trofeos en su primero, y el provinciano José Carlos Venegas, con tres trofeos, le acompañaron a hombros por la puerta grande. Un fin de fiesta apoteósico.

No hubo celebraciones para conmemorar el 50º aniversario del coso jiennense de La Alameda. Pero el recuerdo que quedará fue el de una gran corrida, por la grandeza de los toros de Gavira, que sustituyeron a los de José Luis Marca rechazados el día anterior por los veterinarios, y por la entrega de los tres toreros, que quisieron cerrar la temporada española con buen sabor de boca. Y cada uno, a su manera, lo logró.

GAVIRA / ENRIQUE PONCE/ EL JULI/ JOSÉ CARLOS VENEGAS

Seis toros y un sobrero de Gavira, con nobleza, a excepción del cuarto.

Enrique Ponce: estocada (dos orejas); estocada (saludos).

El Juli: estocada y dos descabellos (dos orejas); estocada (dos orejas).

José Carlos Venegas: 4 pinchazos y estocada -aviso- (oreja); estocada (dos orejas).

Plaza de Jaén, 18 de octubre, 3ª y última de feria. Casi dos tercios.

El triunfador indiscutible fue El Juli, sobre todo por el manual de buen toreo que impartió. A su primero le sacó un partido que pocos hubieran logrado, toreando con temple por el pitón derecho y con oficio por el izquierdo. Pese a los dos descabellos, no hubo discusión y se llevó dos orejas merecidas. Igual botín se llevó en el quinto con otro manual que habría que enseñar en las escuelas de tauromaquia. Con gran maestría, brilló en varias series con naturales, molinetes y circulares que remató con una gran estocada y gritos de "torero, torero" en las gradas. El Juli cerró así la temporada en la que ha sido, por méritos propios, el gran triunfador, con 90 festejos, 170 orejas y cuatro rabos.

Enrique Ponce, que volvía a su cita anual el día de San Lucas, se garantizó la puerta grande en su primero en una faena en la que toreó con temple y pausa y acabó con el público entregado, sobre todo tras una serie de excelentes derechazos y pases de pecho por el pitón derecho. Impecable con la espada y dos trofeos. Ponce podría haber seguido la estela de El Juli de no haber sido porque el segundo de su lote fue el garbanzo negro de la tarde, un toro sin fijeza y peligroso de Gavira que incluso dio un susto al banderillero Antonio Tejero.

Había mucha expectación en Jaén para ver al torero de Beas de Segura José Carlos Venegas, que tomó la alternativa el pasado mes de agosto y que debutaba ante sus paisanos. Y no defraudó. Con su primero, el mejor de la tarde, hizo vibrar al público con una serie de naturales desde el centro de la plaza, pero prolongó tanto su faena (se hartó de darle circulares, manoletinas y circulares) que se olvidó que había que matar al animal. Por eso se precipitó con la espada y necesitó de cinco pinchazos para matarlo. Mucho más temple y arte demostró en el que cerraba plaza, donde exhibió una valentía que puso la emoción en los tendidos. Si es capaz de combinar ese arrojo con la templanza necesaria podremos estar ante una gran figura. Sus paisanos le obsequiaron con los collares de campanillas que se le ponen a los toros ensogados de su pueblo natal. De casta la viene al galgo.

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El Juli, ayer, en la faena con su primer toro.EFE

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