El último acto de Manuel Alexandre

Centenares de admiradores y compañeros de profesión despiden al intérprete en el Teatro Español

No hace ni tres años que Manuel Alexandre miraba con lágrimas en los ojos el féretro situado en el centro del escenario del Teatro Español, dentro del cual yacía su gran amigo Fernando Fernán Gómez. La escena se repitió ayer, pero esta vez el féretro lo ocupaba el propio Manolito, como le llamaba toda la profesión por aquello de que su padre, que murió con 101 años, le llamó siempre así, aunque fuera septuagenario.

Las lágrimas también brotaron de muchos ojos de sus compañeros, porque pocas personas han sido tan queridas como Alexandre, del que también se despidieron muchos admir...

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No hace ni tres años que Manuel Alexandre miraba con lágrimas en los ojos el féretro situado en el centro del escenario del Teatro Español, dentro del cual yacía su gran amigo Fernando Fernán Gómez. La escena se repitió ayer, pero esta vez el féretro lo ocupaba el propio Manolito, como le llamaba toda la profesión por aquello de que su padre, que murió con 101 años, le llamó siempre así, aunque fuera septuagenario.

Las lágrimas también brotaron de muchos ojos de sus compañeros, porque pocas personas han sido tan queridas como Alexandre, del que también se despidieron muchos admiradores no solo en el Español, sino también en el crematorio de la Almudena, donde fue incinerado en la más estricta intimidad con sus sobrinos, Paco, Susana, Amelia... los hijos de estos, Elena Fernán Gómez, quien le ha visitado en los últimos tiempos, el doctor López de Arriba, íntimo amigo y el dueño del Café Gijón, donde Alexandre pasó tantas horas de su vida. Y su gran amigo del alma, el actor Álvaro de Luna.

Alex de la Iglesia le había ofrecido un papel para volver a encarnar a Franco

Cuando el féretro salió del teatro hubo un cerrado aplauso que se volvió a repetir cuando fue llevado del coche fúnebre al crematorio.

Desde que se instalara la capilla ardiente, a las diez de la mañana, en el escenario en el que debutó Alexandre siendo un jovencísimo actor, no paró el desfile. El alcalde Alberto Ruiz-Gallardón fue el primero en llegar. Luego pasaron la presidenta y vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre e Ignacio González, respectivamente; el candidato socialista a la alcaldía de la capital Jaime Lissavetzky; el director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, Félix Palomero... Todos ellos recibidos por la delegada de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Alicia Moreno, el director del Teatro Español, Mario Gas, y la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.

Y por supuesto compañeros de oficio como Concha Velasco, Santiago Ramos, Iñaki Miramón, Cayetana Guillén Cuervo, Paco Merino, Victoria Rodríguez, María Asquerino, Asunción Balaguer, Constantino Romero, Luisa Martín, Pedro Casablanc, Daniel Dicenta, Vicky Peña, Julia Trujillo, Ricardo Moya, Charo López, Analía Gadé, Tina Sainz, Juan Diego, María Isasi, Antonio Resines, José Luis García Sánchez, Natalia Figueroa, Alex de la Iglesia y María Luisa San José, entre otros muchos. Y una ausente, la actriz Emma Cohen, a la que le removía mucho asistir al acto, y mandó una nota en la que definía a Alexandre como investigador por haber sido el "inventor del trémolo".

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Pilar Bardem recordó cómo su hermano Juan Antonio Bardem, cuando terminaba de escribir los guiones siempre decía: "Ahora vamos a escribir el papel para Manolo".

Alex de la Iglesia apuntó que su carrera hubiera sido muy distinta de no haber visto sus películas. El director fue uno de los últimos que le ofreció un papel y le llegó a entregar el guión de su última película en la que quería que hiciera otra vez de Franco, como en la serie del 20-N.

El público despide con aplausos, ante el Teatro Español, la salida del féretro de Manuel Alexandre.EFE

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