El sector inicia una guerra de cifras por la caída del precio del aceite
En el inicio de la nueva campaña de comercialización, el sector oleícola se ha enfrascado en una guerra de cifras con la intención de condicionar los precios del aceite de oliva en los mercados. Los productores y las organizaciones agrarias han salido en tromba para desacreditar las estimaciones del presidente del Comité Oleícola Internacional (COI), Mohammed Ouhmad Sbitri, que la semana pasada predijo que España producirá 1,4 millones de toneladas de aceite de oliva en la próxima campaña.
De confirmarse esa cifra, la producción estaría muy por encima de las 1.018.000 toneladas del pasa...
En el inicio de la nueva campaña de comercialización, el sector oleícola se ha enfrascado en una guerra de cifras con la intención de condicionar los precios del aceite de oliva en los mercados. Los productores y las organizaciones agrarias han salido en tromba para desacreditar las estimaciones del presidente del Comité Oleícola Internacional (COI), Mohammed Ouhmad Sbitri, que la semana pasada predijo que España producirá 1,4 millones de toneladas de aceite de oliva en la próxima campaña.
De confirmarse esa cifra, la producción estaría muy por encima de las 1.018.000 toneladas del pasado año (el 80% en Andalucía), según la Agencia del Aceite de Oliva. Pero, lejos de recibirse con optimismo, los productores creen que el exceso de producción hundiría aún más el precio del aceite, que ha caído un 30% en las dos últimas campañas.
Las cooperativas agrupadas en Faeca han desmentido las previsiones del COI y apuntan a un descenso de la cosecha del 10%. También el secretario general de UPA, Agustín Rodríguez, recela de los datos del COI. Y es que el sector andaluz del aceite quiere evitar que los anuncios sobre una abundante producción se traduzcan en una caída de precios. Según la COAG, sólo en la provincia de Jaén las pérdidas de los olivareros en la pasada campaña fueron de 386 millones porque el precio medio de venta (1,81 euros el kilo) ha estado muy alejado de los 2,49 euros en los que se fija el precio mínimo de rentabilidad. La COAG se plantea bloquear el inicio de la próxima campaña de recolección si no se toman medidas que garanticen la rentabilidad de los agricultores.