Rock bipolar
The Killers siempre han sido un poco bipolares. Su música de ascendente electrónico ha dejado entrever influencias del rock de raíces desde su primer disco. En el segundo exhibieron las segundas a gusto, y en el tercero recapitularon. Con su debut en solitario, Brandon Flower revisa esa dualidad dando prioridad al rock springsteeniano. Su tono invocador, que encontró su punto idóneo en el famoso Human, busca el contrapunto en melodías y arreglos más afines a Elton John o Pet Shops Boys. El guiño a Bowie (Swallow it), el duelo con Jenny Lewis (Hard Enough) o el rock ...
The Killers siempre han sido un poco bipolares. Su música de ascendente electrónico ha dejado entrever influencias del rock de raíces desde su primer disco. En el segundo exhibieron las segundas a gusto, y en el tercero recapitularon. Con su debut en solitario, Brandon Flower revisa esa dualidad dando prioridad al rock springsteeniano. Su tono invocador, que encontró su punto idóneo en el famoso Human, busca el contrapunto en melodías y arreglos más afines a Elton John o Pet Shops Boys. El guiño a Bowie (Swallow it), el duelo con Jenny Lewis (Hard Enough) o el rock que Robert Smith nunca cantará (Was it something I said) hacen que la personalidad rockera y pomposa quede eclipsada por el artista pop