Crónica:VUELTA A ESPAÑA

Historias de vida

Victoria de Petacchi en un día de luto por la muerte de un masajista del Sky

Detrás de cada ciclista hay una historia; detrás de cada gesto, un mundo, una vida. Al comienzo de un puerto de tercera, ya olvidado el sprint de Rojales, Juan Antonio Flecha empezó a descolgarse y poco después abandonaba, dejaba la bicicleta en la cuneta y se subía a un coche del equipo. Una retirada más, un ciclista que no aguanta. O no. Cuatro horas antes, en la salida, el mismo Flecha contaba, con el rostro mustio y preocupado, que había estado hasta las cuatro de la mañana en urgencias, en un hospital. "Llevaba varios días con la garganta cogida y con fiebre y nadie daba con el porqué", d...

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Detrás de cada ciclista hay una historia; detrás de cada gesto, un mundo, una vida. Al comienzo de un puerto de tercera, ya olvidado el sprint de Rojales, Juan Antonio Flecha empezó a descolgarse y poco después abandonaba, dejaba la bicicleta en la cuneta y se subía a un coche del equipo. Una retirada más, un ciclista que no aguanta. O no. Cuatro horas antes, en la salida, el mismo Flecha contaba, con el rostro mustio y preocupado, que había estado hasta las cuatro de la mañana en urgencias, en un hospital. "Llevaba varios días con la garganta cogida y con fiebre y nadie daba con el porqué", dijo Flecha; "por fin, aquí, dieron con una bacteria. Me han dado antibióticos y enseguida me he encontrado mejor, pero no sé si aguantaré. En el equipo me dicen que me baje. El que está mal de verdad es Txema, el masajista. Me dicen que en estado crítico. Los pulmones embolizados, fallo renal...".

"Tengo 36 años y sigo ganando. Esto solo se logra con esfuerzo y sacrificio"
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Txema González, al igual que Flecha y otros dos ciclistas del Sky, Swift y Augustyn, se sintió mal desde la víspera de la Vuelta por lo que, en principio, se creyó un virus. Swift y Augustyn abandonaron en la segunda etapa y ya se han recuperado. Txema, de 43 años, murió ayer en el hospital de Sevilla en el que estaba ingresado después de haber visitado varias veces urgencias sin que los médicos que le atendieron dieran con la causa de sus males. "La última vez que ingresó tenía una pierna el doble que la otra, hinchada", explicó Flecha. "Finalmente, en un cultivo, han descubierto que el culpable es un estreptococo. A mí se me fijó en la garganta, pero a él en una zona grasa, de poco riego sanguíneo, donde se hizo resistente a los antibióticos y agresivo". El estreptococo se hizo por último con todo el cuerpo de Txema, vitoriano, tranquilo, educado, quien antes del Sky estuvo en el Euskadi y el Saunier Duval entre otros equipos. "Finalmente, murió de una sepsis generalizada", informó el médico de la Vuelta, Juan Mari Irigoyen; "ahora, lo que no se sabe es el origen del estreptococo. Puede ser la leche, la carne picada...".

La tarde del jueves se la pasó Ana Chiara Petacchi en Roma, declarando ante el fiscal antidopaje del CONI en relación con el hallazgo en su domicilio y el de su esposo, Alessandro Petacchi, de sustancias dopantes, entre ellas la sangre artificial PFC, durante un registro policial. Su marido, viejo sprinter, último maillot verde del Tour, estaba en España, corriendo la Vuelta, como ayer se puso de manifiesto para hasta los más despistados, pues fue el ganador de la etapa de Orihuela, que celebra el centenario de Miguel Hernández, su pueblo, y el de Bernardo Ruiz, el ganador de la Vuelta de 1948, quien, pimpante como una rosa, entregó en el podio maillots de todos los colores. "El último mes he estado más tiempo con abogados que con mi hijo", dijo Petacchi, quien, al ganar su 20ª etapa en su historia en la Vuelta, se convirtió además en el tercer sprinter que derrota en esta edición a Mark Cavendish, segundo de nuevo. "Tengo 36 años y sigo ganando. Esto solo se logra con esfuerzo y sacrificio", apuntó.

Juan Antonio Flecha acuerda con el director del Sky, Sean Young, abandonar la carrera.REUTERS

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