Necrológica:

Bruno S., el actor de Werner Herzog

El actor Bruno S., el rostro de Gaspar Hauser en la recordada película de Werner Herzog, quien lo denominaría "el soldado desconocido del cine alemán", murió el pasado 11 de agosto a los 78 años. Solo interpretó tres filmes en su brevísima carrera, pero aún permanece en la memoria de todos los cinéfilos.

Bruno Schleinstein no era actor profesional y siempre se movió en la marginalidad: nació el 2 de junio 1932, hijo no deseado de una prostituta; a los tres años fue ingresado en un orfanato y durante 20 viviría en diferentes instituciones, hasta que Werner Herzog lo eligiese para protago...

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El actor Bruno S., el rostro de Gaspar Hauser en la recordada película de Werner Herzog, quien lo denominaría "el soldado desconocido del cine alemán", murió el pasado 11 de agosto a los 78 años. Solo interpretó tres filmes en su brevísima carrera, pero aún permanece en la memoria de todos los cinéfilos.

Bruno Schleinstein no era actor profesional y siempre se movió en la marginalidad: nació el 2 de junio 1932, hijo no deseado de una prostituta; a los tres años fue ingresado en un orfanato y durante 20 viviría en diferentes instituciones, hasta que Werner Herzog lo eligiese para protagonizar El enigma de Kaspar Hauser, filme que marcaría el devenir del actor. Los aficionados recordarán siempre su rostro entre alucinado y doliente, encarnando a un hombre que aparece, llegado de la nada, en una plaza pública en el siglo XVII. Ha vivido encerrado en una cueva durante años, amarrado por una argolla que él cree parte de su cuerpo. En este retrato de la inutilidad de una sociedad clasista y corrompida, el rostro de Bruno S. expresa vivamente el pesar al descubrir que la civilización que lo acoge no es más que otra prisión, aún más inhumana.

Tres años más tarde, Bruno S. trabajaría de nuevo con Herzog, quien escribió personalmente para él su personaje de Stroszek. Herzog siempre refería que el actor sufría grandes crisis nerviosas antes de filmar, con lo que sus reacciones se volvían imprevisibles. Pese a todo, Bruno S. dejó su carrera interpretativa con la verdad como arma fundamental. Tras estos filmes, consagró su existencia a su labor como músico y pintor en las calles berlinesas, hasta participar en diferentes exposiciones underground.

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