Estados Unidos es un rodillo

Qué más que de la selección haya desaparecido misteriosamente Rajon Rondo, el base subcampeón de la NBA, a priori una de las grandes estrellas. O que enfrente esté Grecia, una de las mejores selecciones del baloncesto mundial, habitual en el podio en las últimas competiciones. O que en la pista sumen minutos los jugadores menos habituales. Estados Unidos es un rodillo, una máquina de jugar al baloncesto. Y así llega a Turquía, donde el sábado le espera Croacia en el debut. El último ensayo para los chicos de la NBA fue un duelo en la caldera de Atenas que los estadounidenses congelaron en un ...

Qué más que de la selección haya desaparecido misteriosamente Rajon Rondo, el base subcampeón de la NBA, a priori una de las grandes estrellas. O que enfrente esté Grecia, una de las mejores selecciones del baloncesto mundial, habitual en el podio en las últimas competiciones. O que en la pista sumen minutos los jugadores menos habituales. Estados Unidos es un rodillo, una máquina de jugar al baloncesto. Y así llega a Turquía, donde el sábado le espera Croacia en el debut. El último ensayo para los chicos de la NBA fue un duelo en la caldera de Atenas que los estadounidenses congelaron en un plis plas.

Intentó Grecia reeditar su librillo, baloncesto control y ataques largos y lentos, pero igual le da a Estados Unidos, que impuso su juego sin apenas sudar. Grecia se hundió entre una pérdida tras otra, y los jugadores de Krzyzewsky hicieron lo que mejor saben, apretar bien en la defensa, y correr, correr y correr. Así son imparables, se ponga quien se ponga delante. Ya puede ser España o Grecia, ambas invictas en la fase de clasificación hasta que en su camino se cruzó esta versión menguada pero temible de la NBA.

Naufragaron en la primera parte Spanoulis, Fotsis y Diamantidis, y el orgullo heleno lo salvó Tsartsaris, el pívot que acumuló 17 de los 32 puntos de su equipo. A Estados Unidos le sirvió jugar a medio gas para manejarse en diferencias sobre los 10 puntos o más, y dar así minutos a gente como Gordon, que se lució. Durant, por si acaso, machacó el aro con saña.

Fue otro paseo para Estados Unidos de cara a un Mundial al que llega como el favorito indiscutible. Nadie se acuerda ahora de Rondo, que curiosamente se marchó de la convocatoria, sin decírselo a sus compañeros, alegando "asuntos personales" justo cuando había cedido la titularidad a Rose y no jugó ni un minuto ante España. Quizá fue la manera de disfrazar la decisión del cuerpo técnico: Rondo no es el mejor tirador pensando que los rivales se defenderán seguramente en zona. Estados Unidos ya piensa incluso como un equipo.